Marzo 2011: "Des Knaben Wunderhorn" de Gustav Mahler

“DES KNABEN WUNDERHORN”

 

Los textos de las canciones de Mahler provienen íntegramente de la homónima antología de poemas populares alemanes Des Knaben Wunderhorn (un conjunto de más de 500 relatos y poemas germanos recopilados de la literatura oral, del folclore, de las casas, de los calendarios, de los viejos libros, etc.), cuentos que fueron compilados por Ludwig Joachim von Arnim y Clemens Maria Brentano y publicados en su primera edición en 1806. Mahler ya había hecho uso de poemas de Des Knaben Wunderhorn en dos volúmenes anteriores para voz y piano, Lieder und Gesänge (Canciones y Cantos). La modificación del piano a orquesta no fue un lujo, sino una necesidad, a fin de brindar las evocaciones vividas en la atmósfera requerida.

La cronología de la música de Mahler es confusa y no lo es menos entre sus canciones orquestales conocidas como Des Knaben Wunderhorn (El niño y la corneta prodigiosa). Sin embargo, se cuenta con algunas fechas precisas, las que pueden determinarse como sigue: sabemos con seguridad que cinco de las canciones fueron concluidas en Hamburgo (donde Mahler actuaba como director principal de la Opera) el 26 de abril de 1892. Estas eran...

Febrero 2011: "Cavalleria Rusticana" de Pietro Antonio Stefano Mascagni y “Galería virtual" de Sir Edward Coley Burne-Jones

“CAVALLERIA RUSTICANA”

 

Giovanni Verga, a quien no en balde se ha denominado "el más siciliano de los sicilianos", nació en 1840 en Catania (la patria de Vincenzo Bellini), puerto marítimo bien guarecido sobre la costa oriental de Sicilia, cuya población se extiende no sin audacia a los pies de ese gigante dormido que los atlas geográficos identifican como el volcán Etna. Como buen número de jóvenes sicilianos de todos los tiempos, dejó la casa paterna cuando apenas había dejado de ser un niño para dirigirse "al continente" -así llamaban entonces los isleños a la península itálica- en busca de fama y fortuna, o por lo menos, de algún porvenir. Alternativamente establecido en Milán, Florencia y Nápoles, debió ver transcurrir veinte largos años antes de obtener su propósito, que hizo posible la sensacional repercusión de un breve relato de costumbres sicilianas titulado Cavalleria Rusticana (El título es en italiano y la traducción más acertada sería “Caballerosidad rústica o pueblerina” y alude a un código de honor que rige en una modesta comunidad siciliana.) e incluido en el volumen Vita dei campi (Vida rural). El éxito literario fue rotundo, pero la fama y el dinero llegaron sobre todo cuando Verga -que había realizado una adaptación escénica de su cuento- logró que ésta fuera estrenada con memorable triunfo inicial en el Teatro Carignano de Milán, la noche del 14 de enero de 1884.

En ese momento, Pietro Antonio Stefano Mascagni tenía sólo 21 años...

“EDWARD COLEY BURNE-JONES”

 

Las pinturas de Sir Edward Coley Burne-Jones, inspiradas en temas medievales, clásicos y bíblicos (que acusan la influencia de Sandro Botticelli), destacan por su sentimentalismo y por el estilo de ensoñación romántica, y están consideradas como las mejores obras de la escuela prerrafaelista. Entre ellas destaca El rey Cophetua y La mendiga (1884, Tate Gallery, Londres). Igual que uno de los fundadores de la asociación prerrafaelista, el pintor Dante Gabriel Rossetti, Burne-Jones desarrolló un estilo esteticista, de pretendida belleza, pero su inclinación era más clásica y sus formas alargadas deben mucho al ejemplo de Sandro Botticelli. Cultivó los asuntos medievales y míticos, y aborrecía de planteamientos modernos tales como los de los impresionistas, cuyos temas describía como "paisajes y putas". La Hermandad permaneció como grupo constituido apenas un lustro, pero su influencia se dejó sentir en la pintura inglesa hasta entrado el siglo XX.

Enero 2011: Ópera en un prólogo y dos actos "I Pagliacci" de Ruggero Leoncavallo y "Galería virtual" de Agnolo Bronzino

“I PAGLIACCI”

 

El curioso matrimonio artístico Pagliacci-Cavalleria, tan a menudo consumado en la cartelera de los teatros de ópera, está lejos de ser una resultante más o menos casual de cualquier coincidencia. En una etapa tremenda, de una existencia demasiado abundante en privaciones, el joven Ruggero Leoncavallo asistía con admiración (¿y por qué no, con un tanto de envidia?) a la triunfal consagración de Cavalleria Rusticana, lanzada (como su compositor, Pietro Mascagni) por la casa editora Sonzogno, ambiciosa rival de Ricordi. Como a Leoncavallo, por las razones que enseguida se verán, le sobraban motivos de resentimiento con esta última, se esforzó por llegar a Sonzogno con su flamante I Pagliacci (en cinco meses preparó el libreto y lo puso en música, titulándolo Il Pagliaccio que luego denominó I Pagliacci), brindándosela como la ópera breve ideal para completar el cartellone con la sensacional Cavalleria Rusticana (dos horas y media de espectáculo entre las dos). Fue un momento de verdadera inspiración, puesto que el editor halló la ópera de su agrado, y a dos años escasos del estreno de la exitosa ópera de Mascagni, I Pagliacci era dada a conocer en el Teatro Dal Verme de Milán el 21 de mayo de 1892, con un reparto excelente...

“AGNOLO BRONZINO”

 

Bolas de cristal, esferas de azogue. Así son los ojos de los retratos que Bronzino pintó a lo largo de su carrera, prolífica desde este punto de vista. Ojos que miran pero no ven, o mejor, parecen mirar al espectador pero miran más allá, perdidos en alguna inmensidad, lo que equivale a decir ensimismados, alienados, un tanto ajenos. Unas veces hurtan encontrarse con la mirada del observador, desvían su dirección a cierta parte fuera del cuadro, secreta, claro. Pero ni tan siquiera cuando miran al frente revelan sensibilidad porque están hechos de bronce para escatimar todo posible análisis del que se acerca a ellos. Interioridad e introspección; lejanía, en suma. Parecen presagiar el abismo pascaliano que tardará un siglo en llegar: "El eterno silencio de esos espacios infinitos me aterra". No en vano, cuantiosos han sido los eventos que reflejan, una vez más, que el mundo estaba –y está–, definitivamente, loco. Así que, mejor, enloquecer uno mismo, creándose un mundo paralelo, un cofre lleno de tesoros que nadie sea capaz de franquear y salvaguardar, así, una libertad cada vez más distante…

Diciembre 2010: "El cascanueces" y “El lago de los cisnes” de Peter Ilich Tchaikovsky

“EL CASCANUECES”

 

El espíritu fantasioso y navideño de El cascanueces lo hace ideal para que año tras año se represente en víspera oportuna y en varias ciudades del mundo esta bella obra de Peter Ilich Tchaikovsky.

Cuando le fue presentada por vez primera por Marius Petipa (Maitre de ballet del Teatro Imperial) la idea de El Cascanueces, Tchaikovsky reaccionó con apatía. El argumento, un bello cuento de Navidad, había sido realizado, en base a la versión adaptada de Alejandro Dumas del cuento romántico de Ernest Theodor Amadeus Hoffmann (el mismo que inspiró a Offenbach en su última ópera Los cuentos de Hoffman), El Cascanueces y el Rey de los ratones. A despecho de la frialdad de Tchaikovsky hacia el proyecto, el autocrático Marius Petipa insistió en continuar con él y se presentó al compositor con una detallada sinopsis de sus requerimientos...

“EL LAGO DE LOS CISNES”

 

El lago de los cisnes, ballet en cuatro actos, con música de Tchaikovsky y libreto de Vladimir Pétrovitch Begitchev y Vasily Geltzer, fue estrenado en el Teatro Bolshói, de Moscú el 20 de febrero de 1877. A pesar de ser una de las obras más notables del repertorio del ballet romántico, fue acogido con mucha frialdad debido a los errores y fallas de montaje que lo perjudicaron en demasía. Los directores del Teatro Bolshói, acostumbrados a las vulgaridades de los compositores oficiales, no supieron apreciar el alto mérito de la deliciosa partitura de Tchaikovsky. Cortaron varios pasajes, transfirieron escenas de un acto a otro, e incluyeron fragmentos de otros ballets. Además de esto, confiaron la representación a artistas de segunda categoría. Humillado por este fracaso, Tchaikovsky lo atribuyó erróneamente a su música, y tiempo después quiso rehacer la partitura, no consiguiéndolo, debido a su muerte en 1893.

Noviembre 2010: "Los cuentos de Hoffmann" de Jacques Offenbach

“LOS CUENTOS DE HOFFMANN”

 

Los Cuentos de Hoffmann es la única ópera seria escrita por Jacques Offenbach, y su contenido sintetiza los más altos valores de este inspirado autor de óperas bufas, operetas y oberturas festivas, que quiso elevar los alcances de su obra con la creación de esta ambiciosa expresión lírica.

La ópera está basada en un libreto de Barbier y Carré, que se inspira a su vez en tres fantásticas historias del poeta alemán Ernest Theodor Amadeus Hoffmann (el mismo Hoffmann es un personaje de la ópera, hecho que se repetía en muchas de sus historias). Los cuentos en los que se basa la ópera son Der Sandmann, Rath Krespel, y Das verlorene Spiegelbild, cuyos relatos gozaron de intensa popularidad en el siglo XIX.

La ópera fue escrita en 1880, el mismo año de la muerte del autor, quien falleció pocos meses antes de que Los cuentos de Hoffmann anotara su estreno (acontecimiento que tuvo lugar en la Opéra-Comique, de París, el 10 de febrero de 1881). Este curioso designio del destino, que privó al compositor de presenciar la primera representación de su creación máxima, considerada por la crítica como su obra maestra, e interrumpió también los futuros planes de Offenbach, empecinado en su propia superación.

Octubre 2010: "Sinfonía Nº. 5 en Re menor Op. 47" de Dmitri Dmítrievich Shostakóvich y "Sinfonía Nº. 7 en La Mayor Op. 92" de Ludwig Van Beethoven

“SINFONÍA Nº. 5 EN RE MENOR OP. 47”

 

Fue durante el período romántico cuando el artista comenzó a expresar el drama humano en el marco que le permitía el ámbito de la música pura. "Esta música romántica no es pura más que en apariencia, pues los acentos que pone en sus sinfonías para describir los combates del hombre son como la quintaesencia del verbo humano" escribe Antoine Golea ("Estética de la Música Contemporánea", Presse Universitaire, 1954). Sin embargo, ello equivalía -a pesar de tantas obras geniales- a terminar en un callejón sin salida, el que han tratado de evitar todos los grandes músicos del siglo veinte. No obstante, ese siglo contó con un músico -el único tal vez- que intentó y logró expresar el drama humano contemporáneo y más agudo por medio de la Sinfonía: Dmitri Shostakóvich. Tal la afirmación del musicólogo Golea, quien en su estudio estético sobre la música y los músicos del siglo XX, coloca a las sinfonías del maestro soviético en un lugar de suma relevancia dentro del campo de la creación musical del siglo pasado. Mas, juzgando la magnitud de su obra sinfónica, le atribuye un aliento, un estilo y un impulso categóricamente beethovenianos.

“SINFONÍA Nº. 7 EN LA MAYOR OP. 92”

 

Es prerrogativa de músicos, de críticos, y de amantes de la música interpretar una composición en lenguaje descriptivo y con imágenes fantasiosas que satisfagan sus propios gustos. Toda vez que una obra musical es susceptible de numerosas exégesis, los fabulistas han adosado a cierto número de obras maestras, imaginativos temas verbales y variaciones que con frecuencia provocan el asombro de unos y el disgusto de otros. Aún en el caso de música programática, los expertos tienden a discutir si ella representa o pinta adecuadamente el "programa" del compositor.

La respuesta a todas estas fantasiosas y presuntuosas interpretaciones fue provista por Beethoven mismo al referirse a la independencia que existe entre la música y los seres humanos. Podría haber traído su afirmación a capítulo de la independencia que reina entre la música y los programas descriptivos: "Las gentes nada significan: son sólo gentes; generalmente se ven en otros, y eso es precisamente el nada. ¡A un lado con esto! Lo bueno, lo bello, no ha menester de las gentes. Está ahí, sin ayuda de nadie...".

Septiembre 2010: Tragedia lírica en dos actos “Norma” de Vincenzo Salvatore Carmelo Francesco Bellini

“NORMA”

 

Tres son las óperas que sobresalen en toda la producción de Vincenzo Bellini: La Sonnambula, Norma e I Puritani. De las tres, la primera es la más espontánea por la naturaleza del impulso melódico, prácticamente librado a sí mismo; la tercera, la más cuidada (por consejo de Rossini, quien deseaba para su joven protegido las mejores condiciones posibles en la toma de contacto con el público del Teatro Italiano de París); pero la segunda es la más noble y sincera, la más honda y mejor lograda dramáticamente; en suma, la mejor obra lírica de este compositor.

Entre las razones principales que habrían contribuido a sostener esa superioridad artística de Norma, Francis Toye señala el libreto de Felice Romani (que había sido adaptado de una tragedia francesa de Alexandre Soumet y Louis Belmontet: Norma, ou l'infanticid) estrenada no hacía mucho en el Odeón de París; más que por el mérito intrínseco de su calidad real, por el hecho liso y llano de "ser de Romani". Bellini era en efecto amigo íntimo del poeta, y solía sentir su propia aptitud creadora estimulada por los versos de Romani hasta el punto de hacerle perder la ecuanimidad al cotejar su mérito con el de otros colaboradores probados o posibles. La verdad es que los versos del libreto de Norma nada tienen que los destaque sobre el nivel común, salvo su pertinacia en invertir las oraciones anteponiendo la consecuencia al verbo y al sujeto, y es sobradamente convencional en el juego de entradas y salidas de personas y masas.

Es en la música, en el celestial don "belliniano" de la melodía, donde debemos buscar la razón de la inmortalidad de Norma. O, mejor aún, sigamos a Halévy cuando afirmaba...

Agosto 2010: “La bella durmiente” de Peter Ilich Tchaikovsky y el drama bíblico en tres actos “Judith” de Oscar-Arthur Honegger

“LA BELLA DURMIENTE”

 

La bella durmiente es el segundo ballet de Peter Ilich Tchaikovsky y, al igual que El lago de los cisnes, es una de las más grandes del ballet clásico. Basado en el cuento de hadas: La bella durmiente del bosque (1697) del libro Cuentos de mamá ganso del escritor francés Charles Perrault (La Bella Durmiente es un cuento de hadas popular europeo nacido de la tradición oral; las versiones más conocidas son las escritas por Charles Perrault en su libro Cuentos de Mamá Ganso -utilizado por Tchaikovsky- y la de los Hermanos Grimm: Bella Durmiente), con coreografía de Marius Petipa, libreto de Ivan A. Vsevolojsky y del mismo Petipa. Su acción se desenvuelve en un prólogo y 3 actos. Fue estrenado en enero de 1890 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo y, al contrario de lo acontecido con El lago de los cisnes, estuvo mejor montada e interpretada por artistas de mayor categoría. Al estreno asistió el Zar Alejandro III y su corte. Acostumbrados a las banalidades del Ballet de repertorio...

“JUDITH”

 

Judith fue completado en 1925, cuatro años después del impresionante "saldo dramático" Le Roi David. Al igual que éste, la forma de Judith es la de una obra concertante, sinfónico-vocal, con una narración que alterna con las partes musicales -conjunto que hizo que Honegger subtitulara a Judith como "drama bíblico en tres actos"-. Se lo escuchó por primera vez en esta forma el 11 de junio de 1925, en el Théatre du Jorat, en Méziéres, Suiza, país natal de Honegger. El libreto, al igual que el del Le Roi David, fue escrito por el poeta suizo René Morax. Tras dicha ejecución, se urgió a Honegger a que convirtiese la obra en una ópera y reemplazara la narración por pasajes de recitativos cantados y diálogos. Así se la ofreció en el Teatro de Montecarlo, el 13 de febrero de 1926. Esencia de esta ópera era la música primigenia, conservada intacta, pero alterada en el orden de dos escenas; hasta se conservó su carácter de gran espectáculo, tal como lo indica el subtítulo del mismo Honegger: "Opera seria en tres actos y cinco cuadros".

Nacido en Le Havre, Francia, de padres suizos, Honegger se educó musicalmente en Zurich y en París. Sus primeras composiciones de importancia aparecieron durante la primera guerra mundial, y pronto se lo agrupó, debido a artículos periodísticos, como perteneciente a uno de "los seis"...

Julio 2010: “Stabat Mater” y “La serva padrona” de Giovanni Battista Pergolesi

“STABAT MATER Y LA SERVA PADRONA”

 

• En febrero de 1736, Pergolesi cayó gravemente enfermo de tuberculosis, retirándose al monasterio de Pozzuoli cerca de Nápoles. Fue allí donde compuso, entre otras obras, el Stabat Mater, por encargo de la Cofradía de "San Luigi di Palazzo" de Nápoles. Su amigo y antiguo maestro, Francesco Feo, lo visitó en repetidas oportunidades, vio la obra, pero se negó a opinar sobre la misma. Se supone que a Pergolesi se le abonaron 10 ducados por la partitura, pero es dudoso que alguna vez le fueran pagados. Ese mismo año, y con sólo 26 años, Pergolesi murió de tuberculosis, y sus escasas posesiones fueron vendidas para pagar sus exequias. Fue enterrado en una fosa común de Pozzuoli -cerca de Nápoles-.

• La serva  padrona (La criada patrona) es originalmente un intermezzo de la ópera seria de Pergolesi Il prigioniero superbo (El orgulloso prisionero) -estos intermezzos en medio de óperas dramáticas tenían como fin alivianar los acontecimientos de la obra principal-. Ambas se estrenaron en Nápoles el 5 de septiembre de 1733. Il prigioniero superbo no tuvo éxito; como consecuencia, se separó el intermezzo y se lo representó con gran éxito -como ópera buffa- por toda Europa. Se la considera la primera obra maestra del género cómico y su atractivo radicaba en que cualquier audiencia podía identificarse con sus personajes: la astuta doncella y el señor que envejece.

Junio 2010: “Cuartetos para cuerdas” de Luigi Boccherini y “Sonatas para piano” de Ludwig van Beethoven

“CUARTETOS PARA CUERDAS: OP. 39 55 Y OP. 58 2”

 

En el vasto proceso de revaluación musical del siglo pasado, es un caso aparte el de Luigi Boccherini. Cuando hablamos de "revaluación musical", aludimos a todo ese movimiento estético que ha devuelto a la luz la gloria inmensa de la música antigua, y que, en lo que concierne a muchos compositores del siglo XVII por lo menos, ha sustituido el veredicto anterior de "frialdad" y "frivolidad decorativa" por una real apreciación de su estilo exaltado, de su dramática humanidad y de su nobilísima discreción. Todo lo que los impulsivos espíritus del romántico siglo XIX detectaban en el compositor de doscientos años atrás como ligereza, afectación y galantería, se nos revela ahora como una enorme capacidad de invención, pureza de imaginación y lucidez extraordinaria de discurso. El siglo XX fue la era a la cual le estaba reservada la comprensión de los siglos XVI y XVII...

“LAS SONATAS PARA PIANO”

 

Las sonatas de Beethoven plantean dos cuestiones: por un lado, está el desafío de reconstruir un estilo, pues se trata de interpretar obras que se han escrito hace mucho tiempo, y esto sucede con Beethoven lo mismo que con cualquier obra de Bach; pero las sonatas de Beethoven suponen un desafío adicional, que tiene que ver con una manera novedosa de utilizar el instrumento. Aquí, el tratamiento es similar a lo que sería la transcripción al piano de un material para orquesta; en efecto, el principal desafío que le plantean estas obras al intérprete es el de adecuar su mecánica corporal a una exigencia que no es puramente tecladística, sino que responde a una concepción orquestal.

Las primeras sonatas de Beethoven se asemejan a las de Haydn. Luego, viene su período compositivo central con sonatas como: Waldstein o Appassionata, y finalmente, en el último periodo de su vida, sus sonatas tardías ya transitan por un terreno y una órbita prácticamente extrahumanas, marcadas por su sordera, pero también por una perspectiva distinta, con efectos sonoros casi impresionistas, con notas repetidas, efectos de pedal y sonoridades mezcladas y etéreas, casi abstractas, en cierto modo inalcanzables para la época, anticipando con todo esto a Claude Debussy.

Cada vez que uno vuelve a escuchar las sonatas de Beethoven le parece que ellas han crecido... en realidad, el que ha crecido es uno, que puede ver más cosas todavía y poner más en equilibrio todo el material sonoro.

Mayo 2010: “Poemas Sinfónicos” y “Sinfonías Nº: 1 y 2” de Johan Julius Christian Sibelius

“POEMAS SINFÓNICOS Y SINFONÍAS Nº: 1 Y 2”

 

"En mis composiciones, jamás me he ceñido a ninguna escuela, ni identificado con ninguna tendencia, por difundida que esta fuera. Cuando se ha vivido tanto, y se han visto nacer, crecer y morir una orientación tras otra, uno se inclina a adoptar frente a ellas una posición menos rigurosa. Se busca lo que es bueno, donde se lo pueda hallar. Con ello se descubre a menudo que casi toda tendencia tiene algo de bueno, aunque en general se base en soluciones que uno no apruebe". Así se expresaba sobre su posición estética una de las mentes más libres e independientes de toda la historia de la música, un genio que, a la vez que marca un hito, es el único compositor finlandés que se escucha fuera de su patria: Johan Julius Christian Sibelius.

Abril 2010: Óperas “Los pescadores de perlas” y “Carmen” de Alexandre César Léopold Bizet

“ÓPERAS: LOS PESCADORES DE PERLAS Y CARMEN”

 

• Veinticinco años tenía Bizet cuando compuso Les Pêcheurs de Perles, su primera obra lírica que quedaría en la conciencia colectiva con (por ejemplo) la bellísima aria: Je crois entendre encore, o el dúo: Au fond du temple saint. León Carvalho le propuso a Bizet poner en música un libreto de Michel Carré y E. Corman. Se trataba de Les pêcheurs de perles; no tenía gran cosa de original, y mucho menos de calidad literaria, pero atrajo a Bizet porque transcurría en la isla de Ceylán y le sería dado asomarse a la India misteriosa y milenaria, tiñendo de orientalismo su música…

• Muchas obras de Bizet fueron recibidas fríamente y precisamente aquellas en las cuales el compositor cifraba sus más caras esperanzas. El fracaso de su ópera Carmen, estrenada en 1875, fue sin duda la causa que precipitó  su  enfermedad. Varias décadas han transcurrido desde la fecha en que su música fue injustamente calificada de "insípida" y "sin expresión". Hoy en día, su ópera Carmen es una de las producciones líricas más altamente cotizadas en el mundo musical, y seguramente, la que mejor representa el genio francés en todos los escenarios del mundo...

Marzo 2010: Adagio y Conciertos Op. 9 y Op. 10 de Tomaso Giovanni Albinoni

Poemas sinfónicos: Trilogía Romana, Vitrales de Iglesia y Los Pájaros de Ottorino Respighi

“ADAGIO Y CONCIERTOS OP. 9 y OP. 10”

 

No deja de ser curioso que la fama presente de un hasta ayer ignorado compositor veneciano del siglo dieciocho, nazca de algunos breves compases de su pluma (o tal vez ni eso…) aderezados por el musicólogo italiano Remo Giazotto (1910-1998) en un Adagio cuya popularidad ha resultado equiparable a la de muchos de los llamados hits de la música popular. Pese a su carácter espurio estos siete minutos de música sentimental han servido a rehabilitar el nombre de Tommaso Albinoni más que lo que hubiesen logrado largos y áridos estudios musicológicos.…

“POEMAS SINFÓNICOS”

 

Ottorino Respighi es el único sinfonista italiano del siglo XX que ha logrado labrarse pedestal permanente en el gran repertorio orquestal. La razón no es difícil de ver: fue un maestro de la orquesta post-wagneriana, un técnico instrumental que puede alternar en la augusta compañía de Rimsky-Korsakov, Richard Strauss, Stravinsky y Ravel.

Las obras más populares de Respighi son las que forman la Trilogía romana, poemas sinfónicos que exaltan actuales y pasadas glorias de Roma, ciudad adoptiva del compositor, quien en realidad era oriundo de Bolonia.

Las composiciones de Respighi son brillantes ejemplos de música programática: arte que, no importa cuánto se le haya tratado de desmerecer, continúa brindando retributivas experiencias a los auditorios…

Febrero 2010: Óperas “La Bohème” y “Madama Butterfly” de Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini

“ÓPERAS: LA BOHÈME Y MADAMA BUTTERFY”

 

La Bohème se estrenó en Turín el 1º de febrero de 1896, y desde entonces sigue siendo la más vívida, la más representativa y la más humana de las obras de Puccini y de todo el movimiento verista italiano. La ópera fue inspirada por la novela de Henri Murger Escenas de la vida bohemia, aunque sería más propio decir, que lo hizo en la obra teatral de Louis Théodore Barrière, que basándose en dicha novela, se representó con éxito en París. El libreto de La Bohème fue adaptado por Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, de la versión escénica de Théodore Barrière

En 1900, Puccini estaba en el ápice de su carrera; era rico, famoso y sus servicios se cotizaban muy bien. Su última ópera, Tosca, había sido cálidamente recibida ese año, pero él no estaba satisfecho en descansar sobre sus laureles, disfrutando de éxitos anteriores. En lugar de ello, en sus cartas a su editor Ricordi, y a otros, se lo ve iniciando casi inmediatamente la búsqueda de un nuevo libreto. Cuando fue a Londres en 1900, Puccini había sido llevado al Duke of York's Theatre para ver la obra de David Belasco, Madama Butterfly. Sin poder casi comprender una sola palabra del texto, quedó, sin embargo, muy impresionado con lo que vio…

Enero 2010: Suite sinfónica “Scheherazade”, “Capricho Español” y la obertura “La Gran Pascua Rusa” de Nikolái Rimski-Kórsakov

“SUITE SINFÓNICA SCHEHERAZADE OP. 35”

 

Sheherazade, de Nikolai Rimski-Kórsakov, sufrió grandes fluctuaciones en el concepto que mereció de parte de los críticos musicales; en cambio, siempre ha ejercido su magia sobre el público, tanto en la época de su composición (el año 1888) como en la actualidad.

Bajo un manto de aterciopeladas melodías y de encantadoras sonoridades, yace una estructura musical lógica y sólida. Es una composición muy original, de gran pujanza, y que abrió importantes caminos para la música del siglo pasado.

La forma de la obra no es fácil de describir. Es una evocación de la fantasía y el realismo de Las mil y una noche, hecha con sensualidad, con carácter de narración amorosa heroica, estructurada, sin embargo, sobre un esquema expositivo firme y un desarrollo temático típico de la música orquestal tradicional. Podría llamarse a Scheherazade, un poema sinfónico sin argumento, o una suite sinfónica en cuatro partes, con títulos propios de cuentos orientales.

En sus Memorias, denominadas Crónica de mi vida musical, el compositor hace una descripción muy amplia de la obra, que conviene transcribir aquí...

Diciembre 2009: Poema sinfónico (completo): “Psyché”, Poema sinfónico: “El cazador maldito”, y la “Sinfonía en Re menor” de César Franck

“POEMA SINFÓNICO CORAL (COMPLETO): PSYCHÉ, FWV 47”

 

Mientras trabajaba afanosamente en su Sinfonía, César Franck se ocupó de escribir en forma simultánea un poema sinfónico -así le tituló al menos- Psyché, para coro y orquesta, cuya composición se inspiró en la antigua fábula de Psiquis y Eros, inmortalizada por Apuleyo en su Metamorfosis (El Asno de Oro). Pero en este poema, una y otro, dejaron de ser personajes mitológicos para convertirse en cambio en símbolos "del alma humana y del amor supremo", según la autorizada interpretación de Gustave Derepas. De ahí que sea la música, la música pura, la que sostenga exclusivamente el discurso sinfónico en el curso de las dos terceras partes del presunto poema, en el que sólo interviene además -y eso sólo en forma impersonal- un coro cuya participación limítase a los trozos que componen su tercera parte, y de los que suele prescindirse en algunos registros- en las ejecuciones de concierto. "El sueño de Psyché" y "Psyché raptada por los céfiros" componen la primera parte. "El jardín de Eros" y "Psyché y Eros" la segunda, en tanto que la tercera -cuya singular cohesión y equilibrada unidad hacen siempre lamentable su habitual eliminación- está integrada por los fragmentos corales titulados: "El castigo", "Las quejas y los sufrimientos de Psyché" y "La apoteosis".

Concluida a fines de 1887, esta extensa obra se ejecutó por vez primera en la Sociedad Nacional (el reducto parisino de las nuevas generaciones musicales francesas de aquella época) en un concierto ofrecido el 10 de marzo del año siguiente, repitiéndose en los Conciertos Colonne a menos de dos años de distancia de su estreno, en febrero de 1890.

Noviembre 2009: Sueño de una noche de verano, Octeto y Sinfonías para cuerdas, Conciertos para piano, Sinfonía Escocesa y la Obertura Las Hébridas de Felix Mendelssohn

El juego de Robin y Marion de Adam de la Halle

“SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO”

 

En 1826, Felix Mendelssohn, de 17 años, descubre a Shakespeare. El milagro concretado por su pluma se genera mucho más por la asimilación subconsciente del potencial poético de la obra que por la voluntad reflexiva de hallar un equivalente sonoro a la féerie shakespeariana: el niño prodigio, a quien tuviera Goethe sobre sus rodillas recupera su alma de infante. El misterio de esos seres inmateriales que se arremolinan en un mundo irracional, en torno a dos parejas, Teseo/Hipólita y Oberón/Titania, le fascina; y despierta en él imágenes musicales asaz más originales que aquellas otras, acaso más convencionales, que circulan por el Octeto para cuerdas escrito en 1825. Cuando retome el tema en 1843, a requerimiento del Rey Federico Guillermo de Prusia, que hiciera de Mendelssohn su músico oficial, se reproducirá el milagro de 1826. Atrapado por esta ópera que jamás llegará a concretar y componer, Mendelssohn no por ello dejará de identificarse con un género en el que descuella: el "divertissement" poético. Rebosando juventud, según Robert Schumann, la Obertura de el Sueño de una Noche de Verano propone una visión abreviada pero fiel del espíritu que reina en la comedia feérica. Pletórica y sugestiva, la música se abstiene no obstante de delinear todo programa preciso: limitándose a traducir, en cambio, un manojo de impresiones coloreadas en las cuales seria vano buscar correspondencias con la acción escénica que habrá de acaecer.

“EL JUEGO DE ROBIN Y MARION”

 

La figura del trovero que floreció en la época de la caballería feudal nos resulta hoy familiar gracias al "Tannhäuser" de Wagner y en cierto modo también al "Trovador" verdiano. El personaje juglaresco ha fascinado sin duda a escritores y poetas de todo tiempo y lugar, quienes corporizan en él, el refinamiento de las costumbres y el progreso de la civilización, que constituyeron algunos de los principales beneficios brindados a la humanidad por la institución caballeresca a lo largo de la época y peligrosa aventura de las  cruzadas. Fue en el Mediodía de Francia, exactamente en la Provenza, donde a comienzos del siglo XII los caballeros iniciaron primero su proceso de transformación en músicos y poetas. Se desarrolló así un arte enteramente nuevo hecho de poesía amorosa -erótica a veces- jalonando la aparición del lirismo profano en el arte del canto. El poeta se encargó de inventar, de "trovar", encontrar, las palabras y la melodía. De ahí nacieron las expresiones de "trouvere" usada en el Norte de Francia y "troubadour", que predominó en la Provenza; ese movimiento no tardó en extenderse también a Italia, Inglaterra y Alemania. En este último país el trovador se convirtió en "Minnesänger", o sea, el cantor del amor caballeresco.

Este arte caballeresco floreció en Francia durante cuatro generaciones; uno de sus últimos más célebres representantes fue Adam de la Halle, nacido por cierto en el seno de una rica familia burguesa de Arras, quien si no era de noble sangre, hallábase agregado en calidad de juglar al séquito de Roberto II, conde de Artois.

Octubre 2009: Óperas: “Thaïs y Werther” de Jules Émile Frédéric Massenet

“ÓPERAS: THAÏS Y WERTHER”

 

Corría el año 1879, cuando surgió la idea para componer Werther. El compositor se encontraba con su editor Paul Hartmann, y el libretista Paul Millet, de Herodías. Hartmann fue el responsable en sugerir la posibilidad de llevar a escena la novela de Wolfgang von Goethe, “Los sufrimientos del joven Werther”, la cual, terminaría siendo una de las obras más representativas de Massenet. Ópera de carácter pasional, que habla del amor obsesivo y condenado.

La historia de Pafnucio y Thaïs, sería el punto de partida para el poema y novela Thaïs del escritor Anatole France, que a su vez serviría como directa inspiración para la ópera homónima de Jules Massenet, y cuyo libreto pertenece a Louis Gallet. Esta ópera, poco representada y conocida, no escapa a la temática de Werther, sino, que agrega sexo, religión y sensualidad a una lucha entre la pasión humana y la religiosa. La acción transcurre en el antiguo Egipto del siglo IV de nuestra era, donde Thaïs (bella cortesana), es instada por el monje Athanaël a dejar esa vida por una de devoción y fe, y así alcanzar la vida eterna. Sin embargo, su discurso, cambiará más tarde, cuando su lucha interior entre su fe y el amor que siente por ella, llegue demasiado tarde a una Thaïs conversa y a pasos de la santidad.

Septiembre 2009: “Conciertos y Caprichos” de Niccolò Paganini

“CONCIERTOS Y CAPRICHOS”

 

Paganini es un enigma de la música. Intérprete genial, compositor de fuste, se le conoce tan sólo como virtuoso. Sin embargo, ¿cuántos son los autores qué pueden  decir: "Brahms, Liszt, Schumann y Rachmaninoff, entre otros muchos, se basaron en obras mías para escribir las suyas?". Nada le faltó a la grandeza de Paganini: ni siquiera la incomprensión de sus contemporáneos. Muchos fueron los que lo llamaron "satánico", el Cagliostro del violín. De igual modo que un empresario, pocas eran las oportunidades provechosas que dejaba sin explotar. Tenía el hábito, por ejemplo, de hablar de sí mismo con profusión; si los oyentes accidentales optaban por difundir el rumor de que mantenía coloquios íntimos con el demonio, Paganini ni se dignaba desmentirlos.

Agosto 2009: Ciclo integral sinfónico de Josef Anton Bruckner y las Misas: Papae Marcelli y Assumpta est María de Giovanni Pierluigi da Palestrina

“CICLO INTEGRAL SINFÓNICO”

 

Muchas historias se cuentan a propósito de la ingenuidad de Anton Bruckner; cómo solía cortejar a las camareras de los cafés a los cuales concurría; cómo en cierta ocasión pretendió recompensar al director del estreno de una de sus sinfonías (Hans Richter) poniéndole en la mano una moneda ("para que se bebiese un "chop" de cerveza a su salud"); cómo asistió una vez a una representación de "Parsifal" en Bayreuth, absteniéndose cuidadosamente -en gesto de respetuosa veneración- de mirar hacia la escena... Lo cierto es que hasta el final de su vida, Bruckner siguió siendo un modesto personaje, al margen de lo terreno —juzgado por terrenales "standards"- un auténtico "rústico de corazón". Esas características parecen reflejarse en ciertos momentos de su música, pero es hora ya de que a propósito de este compositor se comprenda de una vez por todas que en el arte de la composición musical, Bruckner fue cualquier cosa menos tonto o ingenuo. Fue, en cambio, un hábil músico profesional, un organista virtuoso de reputación internacional y un maestro de teoría musical de tal modo equipado que cuando en procura de un título académico se presentó una vez a examen, los integrantes de la mesa declararon sin ambages que era él quien debiera examinarlos a ellos.

“MISAS: PAPAE MARCELLI Y ASSUMPTA EST MARÍA”

 

Giovanni Perluigi Da Palestrina toma el último de sus nombres de la ciudad en que nació. Esa ciudad es Palestrina, en las cercanías de Roma. Allí nació Giovanni Pierluigi hace 485 años, en 1524 ó 1525. No es mucho lo que se sabe de su niñez, excepto el hecho de que fue corista en la Basílica de "Santa María Maggiore". Sin embargo, para 1544 ya había sido designado organista y maestro de coro en una catedral; tomó esposa. Cuando asumió el Papado Julio III, en 1551, llamó a Palestrina como maestro de coro de la Capilla Julia en San Pedro. Pocos años más tarde Palestrina publicó su primer volumen de Misas.

Aparentemente fue uno de los favoritos del Papa. Cuando murió Julio III y ascendió como Papa Marcelo II -para quien el autor compuso la Misa "Missa Papae Marcelli"- Palestrina retuvo su cargo. Sin embargo, Marcelo rigió los destinos del Vaticano por pocas semanas, siendo sucedido por Pablo IV, quien le alejó de su puesto pretextando que ello se debía a que era casado. Palestrina pasó entonces a la iglesia de San Juan de Letrán en calidad de director musical, como sucesor del gran Orlando di Lasso. Abandonó ese cargo en 1560, siendo su próxima actividad la de maestro de coro en Santa María Maggiore.

Julio 2009: Poema sinfónico: Así habló Zarathustra Op. 30 (TrV176) de Richard Georg Strauss y la Misa solemne en Re Mayor Op. 123 de Ludwig Van Beethoven

“ASÍ HABLÓ ZARATHUSTRA”

 

La evolución de la estética musical de Strauss estuvo fuertemente influida por Nietzsche, cuyas obras admiraba por sobremanera y de cuya teoría del Superhombre el compositor era un firme creyente. Esta convicción lo llevó a describir musicalmente las vidas de muchos personajes -legendarios o no- cada uno de los cuales, en todos sus intentos o propósitos, es una especie de Superhombre. Esto incluye los héroes de Don Juan, Till Eulenspiegel, Una vida de héroe y Así hablaba Zarathustra.

Esta última obra, comenzada en Munich el 24 de febrero de 1896, y completada allí el 24 de agosto, fue estrenada en Frankfurt am Main el 27 de noviembre de ese año. Está basada directamente en el famoso libro homónimo de Nietzche, "un libro para todos y para ninguno"; se dirigieron muchas críticas al compositor por "intentar escribir música filosófica". Pero el propio Strauss ofreció esta explicación de la obra...

“MISA SOLEMNE EN RE MAYOR OP. 123”

 

La Misa Solemne en Re era entre todas sus obras la que el propio Beethoven consideraba la más grande y mejor lograda. Aunque no siempre sean los autores los jueces más ecuánimes de sus propias creaciones, conviene no perder de vista esta calificada opinión, máxime cuando coincide en buena parte con la de muchos autorizados analistas, convencidos de que por lo menos esta obra debe ser considerada la expresión más completa y más cabal del genio del compositor. La razón es por demás simple. En ella Beethoven debió recurrir a todos los recursos musicales que su experiencia y sus conocimientos ponían a su alcance, tanto en lo que atañe al instrumentario -en el cual llegó a incluir órgano- como a la técnica de composición. La polifonía, con la que siempre se conservó en buenos términos, está usada con largueza; y si por esta vez siquiera habremos de dar crédito al siempre sospechoso amanuense Schindler, le preocupó hasta tal punto, durante la composición del Credo especialmente, como para llegar a olvidarse por completo del descanso y de la necesidad de ingerir alimento, ahuyentando además durante ese lapso a sus atemorizados servidores con gestos y actitudes de verdadero poseído.

Junio 2009: Oratorio para voces solistas, coro y orquesta “La Creación” de Franz Joseph Haydn y la Ópera seria en tres actos “Rinaldo” de George Frideric Händel

“LA CREACIÓN”

 

El 15 de diciembre de 1796, J. G. Albrechtsberger escribió a su discípulo Ludwig van Beethoven: “Ayer vino a visitarme Haydn; está ocupado en la idea de un gran oratorio, que proyecta llamar La Creación, y piensa terminar pronto su trabajo. Improvisó algo de la obra para mí (al piano), y creo que será muy buena”. Esta parece ser la primera referencia de fecha cierta que hay sobre el oratorio.

Acaso sólo un hombre muy viejo y muy sabio podía haber compuesto La Creación; y acaso, también, sólo un sexagenario podía captar de nuevo tan bien la bienaventuranza de la mañana, la magia del claro de luna, o el encanto de un día de primavera, cosas todas de las cuales sabía que podrían acompañarlo por poco tiempo más.

En homenaje al bicentenario de su fallecimiento (31 de Mayo de 1809)

“RINALDO”

 

La ópera en tres actos “Rinaldo”, de George Frideric Händel, se estrenó con éxito abrumador en el Teatro Haymarket, el 24 de febrero de 1711. El primer reparto de este estreno fue: Francesca Boschi como Goffredo (capitán general del ejército cristiano), Isabella Girardeau como Almirena (hija de Goffredo), Giuseppe Nicolini como Rinaldo (héroe militar), Elisabetta Pilotti Schiavonetti como Armida (maga y reina de Damasco) y Giuseppe Maria Boschi como Argante (rey de Jerusalén). La segunda y definitiva versión fue estrenada en el mismo teatro el 6 de abril de 1731. El libreto corresponde a Giacomo Rossi y está basado en un esbozo de Aarón Hill sobre la epopeya de Torquoato Tasso "La Jerusalén Liberada".

Mayo 2009: Ciclo integral sinfónico de Vaughan Williams y la Cantata Op. 78 “Alexander Nevsky” de Sergéi Prokófiev

“CICLO INTEGRAL SINFÓNICO”

 

Con respecto a su cuarta sinfonía: La implicancia del título de la Sinfonía que fue concebida alrededor de 1932 y vió la luz en 1935 era que no fuera ni dramática ni descriptiva en intención: esta era una sinfonía con propósitos puramente musicales, una argumentación lógica sobre un texto temático. El tema del debate consiste en las relaciones entre dos motivos de cuatro notas, uno tan horizontal y el otro tan vertical como la naturaleza de la música lo permite y tal es la tensión que queda constituida que el temperamento emocional de la Sinfonía es colérico con tendencia a la violencia.

Seguramente no es coincidencia que esta representación de violencia en abstracto provino de la mente de un compositor cuyo credo fue siempre vivir en el mundo en lugar de en una torre de marfil y observar a su alrededor en busca de fuentes de inspiración precisamente en una época en que los dictadores de los grandes estados europeos invocaban abiertamente la fuerza como el árbitro del Destino de la humanidad.

“ALEXANDER NEVSKY”

 

Los músicos del siglo pasado no pudieron huir de la llamada de las sirenas de la poderosa industria del cinematógrafo, de ese nuevo arte triunfante, que vino a ser el "teatro del proletariado", en feliz definición de Abel Gance.

Así Sergéi Sergéyevich Prokófiev, aportó su colaboración al genial director Eisenstein, quien había escrito "El compositor está obligado, cuando empieza una serie fílmica previamente cortada, a analizar el movimiento visual a través de la construcción total del montaje y de la línea de la composición que une las tomas, y aún la composición dentro de cada toma en estos elementos tendrá que basar la composición del conjunto de imágenes musicales". Dentro de estas normas estéticas y técnicas del director cinematográfico ruso, durante el año 1938, Sergéi Prokófiev compuso esta obra que había de ser primero fondo musical de la película del mismo título y luego -en 1939, revisada-, la cantata para coros, orquesta y mezzo-soprano solista. Creación que desde su estreno fué recibida entusiastamente y cuya popularidad ha progresado, constituyendo una de las obras corales de repertorio más importantes del siglo XX.

Abril 2009: Cuadros de una exposición y Khovanshchina de Modest Mussorgsky

“CUADROS DE UNA EXPOSICIÓN”

 

Los círculos intelectuales rusos fueron fuertemente sorprendidos en 1873, cuando el pintor y arquitecto Victor Hartmann murió repentinamente a la edad de 39 años. Hartmann formaba parte del grupo cuyo mentor era el compositor Mily Balakireff y que estaba integrado entre otros, por el escritor Vladimir Stassov y el compositor Modesto Mussorgsky, que contaba por entonces 35 años. Poco después de la muerte del artista, organizó Stassov una muestra de sus acuarelas y bocetos y esa fue la exposición, esos los cuadros, que estimularon en Mussorgsky la composición de una suite para piano con el título de Cuadros de una exposición, cuya transcripción orquestal, debida a Maurice Ravel, se ha constituido en pièce de resistence del repertorio sinfónico.

La amistad de Mussorgsky para con el arquitecto-pintor había sido cálida y auténtica, por lo que la muestra lo dejó profundamente emocionado. Inmediatamente se consagró a la tarea de transcribir sus impresiones en el piano. Trabajando a velocidad frenética logró una imperecedera obra maestra.

Marzo 2009: Los Cuartetos de Cuerdas de Béla Bartók y la Gran Misa de Muertos de François-Joseph Gossec

“CUARTETOS PARA CUERDAS”

 

Una autobiografía tiene por misión relatar la historia de la propia vida, y un diario tiene por objeto consignar informalmente, día por día, eventos, pensamientos e ideas de carácter personal. Pero, ¿cómo llamar a una obra que trasmite directa e inmediatamente la esencia e individualidad de un hombre? No disponemos de un nombre que dar a esta tentativa, pero si ella tiene suceso la llamamos obra de arte.

Los Cuartetos para Cuerdas de Bartók, tanto individual como conjuntamente, son obras de arte. No podemos saber, a través de ellos, cuál era la apariencia del hombre que las creó (para esto basta una foto), ni los detalles y los fluctuantes estados de ánimo de su vida diaria (acaso el objeto, éste, de una biografía). Pero llevan en sí, con sorprendente don de presencia e inmediación, la personalidad del hombre que fue Béla Bartók, no sólo en lo inmutable de su esencia, sino también en el proceso de su crecimiento y madurez.

“GRAN MISA DE MUERTOS”

 

François-Joseph Gossec nació el 17 de enero de 1734 en un pueblo francés enclavado en el Condado de Henao (condado que entonces estaba bajo dominio austriaco y actualmente es una provincia belga), y murió el 16 de febrero de 1829. Su cuerpo descansa en el Cementerio Père-Lachaise de París, junto a la tumba de su amigo Gretry.

Su vida duró lo suficiente como para ser un músico de la antigua monarquía, atravesar la Revolución Francesa y acabar sus días con la corona restaurada en la cabeza de Carlos X. Es decir, que anduvo entre la eclosión del estilo galante y la aparición del romanticismo, un largo periodo de la historia musical francesa en el cual, a despecho de las turbulencias políticas y militares, el arte se desenvolvió dentro de cierta normativa neoclásica. Por paradoja, las innovaciones ocurrieron cuando la hegemonía política volvió a manos de conservadores y reaccionarios.

Uno de los muchos mitos sobre el Requiem de Mozart es el de su originalidad absoluta, casi sobrehumana. Mito que lo convirtió en un arquetipo desde poco después de su muerte hasta nuestros días. Las investigaciones sobre la música revolucionaria francesa dieron a conocer hace una docena de años la Missa pro Defunctis de Gossec, una obra que gozó de un inmenso prestigio en su época y continuó interpretándose hasta 1814. Las semejanzas entre la Misa en do menor, el Requiem de Mozart y la Missa pro Defunctis de Gossec son palpables y no dejan resquicios a la duda.

Febrero 2009: Ciclo integral de Ballets, de Ígor Stravinski y El aprendiz de hechicero de Paul Dukas

“LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA”

 

Hace algunos años el público parisiense brindó buena acogida a mi 'Pájaro de fuego' y a mi 'Petrouchka'. Mis amigos destacaron la evolución de la idea que, de la fábula fantástica de la una, va a la generalización netamente humana de la otra. Confío que 'La Consagración de la Primavera', en la que no apelo al espíritu de los cuentos de hadas ni al dolor y alegría humanos, más con la que me inclino hacia una abstracción más amplia, no desconcierte a los que hasta aquí me han demostrado su simpatía.

En 'La Consagración de la Primavera' quise expresar la sublime eclosión de la naturaleza que se renueva, la erupción total, estremecedora, de la savia universal.

En el preludio, confié a mi orquesta ese temor que pesa sobre todo espíritu sensible ante las cosas en potencia. Un débil sonido de la flauta puede contener ese valor en potencia, extendiéndose a toda la orquesta. Es la sensación oscura e inmensa que sienten todos los seres a la hora en que la naturaleza renueva sus formas y es el temblor vago y profundo de la pubertad universal...

“EL APRENDIZ DE HECHICERO, DE PAUL DUKAS”

 

El relato del aprendiz de brujo, que aparece por primera vez en Luciano, ha pasado a la posteridad no sólo por obra de Goethe, quien lo recreó en una balada, sino principalmente, por el famoso scherzo de Paul Dukas y la posterior animación de la música por obra de Walt Disney en su película Fantasía. El tema central del relato es el de un personaje que viendo a un mago hacer maravillas intenta en su ausencia hacer lo mismo con desastrosas consecuencias. En esta breve aportación querría destacar los aspectos principales de la transmisión del tema, tratando de ver qué elementos han pervivido y cuáles no en su tradición.

Enero 2009: Ciclo integral Sinfónico de Gustav Mahler

“LAS DIEZ SINFONÍAS DE GUSTAV MAHLER”

 

Los 51 años de la vida de Mahler se expendieron a lo largo de uno de los períodos más complejos en toda la historia de la música. Nacido 5 años antes del estreno de "Tristán", cuando Liszt estaba en pleno apogeo y Brahms era un joven prodigio, Mahler alcanzó la madurez en plena afluencia del rico caudal de las postrimerías del romanticismo, y vivió lo bastante para ver algo más que el comienzo de su final desintegración. El año en que ocurrió su temprana muerte, ya estaban conmoviendo los cimientos de la estructura tradicional de la música los experimentos que Schönberg empezaba a realizar en el campo de la tonalidad; Erwartung -"La espera" (el monodrama de Schönberg que anticipa el teatro de Alban Berg), había sido ya escrito y, entre tanto, fuera de Alemania, la revolución "stravinskyana", aunque de tan diverso sentido, se iniciaba, marchando rápidamente hacia el sensacional impacto de "La consagración de la primavera '. La música del mundo hoy llamado Occidental, como así también su civilización, estaba en trance de crisis, y Europa, en vísperas de la decisiva etapa a iniciarse en 1914. En semejante período de transición absoluta, la solitaria figura de Gustav Mahler desempeña un rol fundamental, resumiendo mucho de lo que había desaparecido ya o estaba a punto de hacerlo, a la vez que forjando con dolorosa intensidad un nexo peculiarmente personal entre los siglos XIX y XX.

Diciembre 2008: Concierto para violín y orquesta en Re Mayor Op. 77 de Johannes Brahms

“CONCIERTO PARA VIOLÍN Y ORQUESTA EN RE MAYOR OP. 77”

 

Entre todas las obras mayores de Brahms, el Concierto para violín es la que muestra más acabadamente la reconciliación de las dos fases opuestas de su mente creadora: la lírica y la constructiva, Brahms el compositor de canciones y el sinfonista. Este concierto -como mejor que ninguno acierta a decir Hubert Foss- es "una canción para violín a escala sinfónica" y se ubica junto a las obras de idéntica forma de Beethoven y Mendelssohn, como uno de los más grandes conciertos para violín del siglo XIX. Con la excepción de Joseph Joachim, los músicos de la época de Brahms lejos hubiesen estado de coincidir con los conceptos de Foss. Para sus primeros intérpretes, presentaba insalvables dificultades técnicas que hicieron apuntar al gran director Hans von Bullow, que no se trataba de un concierto para violín, sino en contra de tal instrumento.

Noviembre 2008: Sinfonía Fantástica, Op. 14 de Hector Berlioz

“SINFONÍA FANTÁSTICA, OP.  14”

 

En 1827 una compañía de actores ingleses dió una serie de representaciones de obras de Shakespeare, en París. La ingenua del grupo -una joven irlandesa llamada Harriet Smithson- fue particularmente celebrada, tornándose en la sensación de la temporada. La prensa no halló adjetivos suficientes para endilgarle, y los salones elegantes se disputaban su presencia. Pero, Miss Smithson aceleró el pulso de una persona en particular con más violencia que el del resto del público. Entre el auditorio, Héctor Berlioz, un joven con una tremenda nariz y una mata de pelo beethoveniana, bebió de las recreaciones de Ofelia y Julieta de la Smithson, como de un filtro de amor.

Octubre 2008: Requiem, Op. 48 de Gabriel Urbain Fauré

“REQUIEM, OP. 48”

 

Gabriel Fauré fue un prolífico compositor de música sacra como consecuencia de sus cuarenta años de trabajo en centros eclesiásticos. Los criterios que marcaron su obra religiosa fueron funcionales al culto y sin la menor pretensión estética, más allá de la integridad profesional de Fauré. Algunos ejemplos de este período son: El Cántico de Jean Racine Op. 11 para coro y órgano, compuesto en 1865, o el Tantum ergo, para soprano, coro y órgano, compuesto en 1906. No volvió a componer música religiosa luego de haber dejado su trabajo en los templos. La convicción agnóstica de Gabriel Fauré, por cierto, era incompatible con el misticismo de su medio laboral, misticismo sin el cual no puede existir un "arte religioso convincente". Por lo tanto, Fauré, como buen maestro de capilla, se limitó "escribir música", música adecuada en forma y retórica a la liturgia.

Septiembre 2008: Concierto en La menor Op. 16 para piano y orquesta de Edgard Hagerup Grieg

"CONCIERTO EN LA MENOR OP. 16 PARA PIANO Y ORQUESTA"

 

El sentido poético que alienta la obra de Edvard Hagerup Grieg (1843-1907) aparece particularmente latente en el contenido del Concierto en La menor Op. 16, para piano y orquesta, escrito durante el verano de 1868, cuando el autor contaba tan sólo 25 años de edad y acababa de casarse. En aquella época, Grieg pasaba una temporada de descanso en Sollerod, una granja dinamarquesa, en las cercanías de Copenhague, paraje danés muy pintoresco, cuya belleza y placidez parecería haber influido en la inspiración del músico para la creación de esta obra.

Fuéuna época bendita, durante la cual Grieg se pasaba escribiendo dos o tres horas por la mañana, dedicando el resto de su tiempo a pasear, a leer, o a conversar con sus amigos frente a una jarra de cerveza.

Agosto 2008: Conciertos para piano y orquesta nº 1 Op. 11 y nº 2 Op. 21 de Frédéric François Chopin

"CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA Nº 1 OP. 11 y Nº 2 OP. 21"

 

El encanto melódico y la delicada esencia que se desprende de la música de Frédéric Chopin (1810-1849) ha hecho de su obra un lenguaje único e incomparable que jamás ha podido ser imitado. Por otra parte la exquisita fluidez y habilísima escritura que presenta la vasta producción de este gran romántico, lo sitúan como un compositor pulcro en el detalle; verdadero cincelador de formas, resultando así sus partituras, una invalorable muestra de enseñanzas cuyo caudal emotivo dice de la honda inspiración de este artista que desarrolló su existencia en una de las épocas más caras a las emociones del espíritu.

Julio 2008: Concierto para piano y orquesta nº 2 Op. 18 de Sergei Vassilievich Rachmaninoff

“CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA Nº 2 OP. 18”

 

Nació en la ciudad de Oneg, Novgorod el 1º de abril de 1873, falleciendo en los Estados Unidos, lugar de residencia adoptado por él, junto con la nacionalidad norteamericana, durante los últimos veinte años de su vida, el 29 de marzo de 1943. Desde muy niño había demostrado poseer aptitudes excepcionales para la música, por lo que sus padres le enviaron cuando sólo tenía 9 años de edad, a asistir por espacio de tres, a las clases de la ciudad entonces llamada San Petersburgo.

Junio 2008: El martirio de San Sebastián de Claude-Achille Debussy

“EL MARTIRIO DE SAN SEBASTIÁN”

 

Cuando, en primavera de 1911, se anunció en el “Chatelet” una nueva partitura de Debbusy –se trataba de música incidental para el misterio escénico de D’Annunzio El Martirio de San Sebastián-, los músicos sacudieron la cabeza dubitativos. El 16 de mayo, el Arzobispo de París lo declaró “Ofensivo a las conciencias cristianas” y previno a los feligreses en el sentido de mantenerse apartados de la obra. Indignados, Debussy y D’Annunzio publicaron una réplica en la que decían: “Declaramos… que esta obra profundamente religiosa es no solo una glorificación lírica de este espléndido campeón del cristianismo sino de todo el heroísmo cristiano.”

Mayo 2008: Conciertos para piano y orquesta nº 1 y nº 2 de Franz Von Liszt

“CONCIERTOS PARA PIANO Y ORQUESTA Nº1 y Nº2

 

En lo que se refiere al género de concierto para piano y orquesta, la creación de Liszt no ocupa un lugar muy extenso. Lamentablemente dos trabajos juveniles no fueron publicados nunca. El padre de Liszt dijo de ellos: “Las dificultades para el intérprete son ingentes”.

Los dos conciertos para piano, en Mi Bemol Mayor y en La Mayor, ocupan desde hace muchos años un lugar destacado en la literatura de conciertos. Ellos son absolutamente representativos del arte del gran compositor y pianista, especialmente por su inequívoca mezcla de virtuosismo brillante e irresistible vigor formal, por su sensualismo sonoro frecuentemente cautivador y por la plenitud de sus invenciones auténticamente románticas, su ampulosidad juguetona destinada al teclado y su sonoridad metamorfoseada en poesía.

Abril 2008: Misa de Requiem de Giuseppe Verdi

“MISA DE REQUIEM”

 

Verdi dirigió el estreno de su Requiem para Manzoni el 22 de mayo de 1874 en la iglesia de San Marco de Milán, para lo que contó con un coro de 120 voces, una orquesta de cien instrumentistas y como solistas vocales a Teresa Stolz (la primera Aída), María Waldmann, Giuseppe Capponi y Armando Maini. La obra obtuvo un rotundo éxito y recibió una segunda ejecución tres días después en el Teatro La Scala. Franco Faccio tuvo a su cargo otras dos ejecuciones posteriores. El mismo año el compositor dirigió siete ejecuciones en París y otras ocho al año siguiente, en ocasión de ser honrado por el gobierno francés con el título de comandante de la Legión de Honor.

Marzo 2008: Misa solemne en honor a Santa Cecilia de Charles Gounod

“MISA SOLEMNE EN HONOR A SANTA CECILIA”

 

Las composiciones religiosas de Charles Gounod fueron una constante durante su vida, así lo demuestran sus veinte misas, y cerca de cien motetes y cánticos religiosos.

La Misa solemne en honor de Santa Cecilia, pese a su popularidad, es de una grandiosidad teatral que en algunos fragmentos parece algo vacía de contenido misterioso y trascendencia, inclinándose a un concepto más plano y oficialista…

Febrero 2008: Dixit Dominus RV 807 de Antonio Vivaldi

“DIXIT DOMINUS RV807”

 

Aunque parezca increíble, aún siguen apareciendo nuevas obras de autores tan conocidos como Antonio Vivaldi. Hace aproximadamente un año, la musicóloga australiana Janice Stockigt daba cuenta del descubrimiento de una partitura del Prete Rosso erróneamente atribuida en 1754, al también compositor italiano Baldassare Galuppi.

Se trataba de un Dixit Dominus de once movimientos, hallado por la propia Stockigt en la Biblioteca Nacional de Sajonia (Dresde), e interpretado tan sólo unos días después en Melbourne.

El hallazgo fue celebrado por los expertos en la obra de Vivaldi y Michael Talbot, acaso el más reputado de todos esos expertos, no dudó en calificarlo como el mayor descubrimiento musical de los últimos 75 años.

Enero 2008: Sinfonía nº 9 “Del nuevo mundo” de Antonín Dvořak

“SINFONÍA Nº9 EN MI MENOR OP 95”

 

Un día antes del estreno de la sinfonía Nº9, Antonin Dvořák nos cuenta en un reportaje el espíritu de su obra, "Estoy convencido de que el futuro de la música de este país debe estar basado en lo que se suele llamar melodías negras. Estas pueden ser la base para una seria y original escuela de compositores que se puede desarrollar en los Estados Unidos. Estos bellos y variados temas son el fruto de la tierra. Son las canciones populares de vuestra tierra, y vuestros compositores deben centrarse en ellas". "No he usado ninguna de las melodías de los nativos americanos. Simplemente he escrito temas originales que incorporan las peculiaridades de la música india y, usando estos temas, los he desarrollado con todos los recursos de los ritmos modernos, contrapunto, y color orquestal."

Diciembre 2007: Oratorio de Navidad de Johann Sebastian Bach

“ORATORIO DE NAVIDAD”

 

Acorde al espíritu que nos envuelve llegado el mes de Diciembre, le acercamos el "Oratorio de Navidad" de Johann Sebastian Bach. El mismo está formado por seis cantatas compuestas para ser interpretadas durante los días de Navidad.

El Oratorio de Navidad, es la celebración del nacimiento y adoración del Niño Jesús, con un componente narrativo lo cual justifica su denominación de “oratorio” frente al de “cantata”. Combina alegría y optimismo con ternura y dulzura. …

Noviembre 2007: Concierto para piano en La menor Op. 54 de Robert Schumann

“CONCIERTO PARA PIANO EN LA MENOR OP54”

 

Claude Debussy escribió una vez a su editor parisiense Durand: “¿Han interpretado ya mis imágenes? Creo sin presunción que estas tres piezas sobrevivirán y podrán encontrar un sitio en la literatura pianística… Como diría Chevillard, a la izquierda de Schumann o a la derecha de Chopin… como le guste.”

Aunque muchos compositores han escrito para el piano sus obras maestras, nadie ha tenido vínculos tan estrechos con este instrumento como Chopin y Schumann. Si en Bach, Haendel, Haydn, Mozart, Beethoven o Schubert la producción pianística es solamente una parte de la obra completa, en Chopin y Schumann adquiere un papel de máximo relieve en todos los sentidos…

Octubre 2007: Cantata escénica “Carmina Burana” de Carl Orff

“CARMINA BURANA”

 

Pocas obras hay que hayan tenido un impacto inicial semejante al del Oh Fortuna con el cual abre la cantata profana Carmina Burana de Carl Orff. Este impacto es tan grande, que contribuyó a eclipsar al resto de la obra, que de hecho incluye dos obras posteriores de similar tenor; Catuli Carmina (1943) y El triunfo de Afrodita (1951), que completan una trilogía gestada sobre la base de la poesía medieval germana…

Septiembre 2007: Sinfonía nº 9 en Re menor Op. 125 “Coral” de Ludwig Van Beethoven

“LA NOVENA”

 

La Novena se estrenó en Viena el 7 de mayo de 1824, presentada junto con otras obras, y anunciada como “Grand (sic) Sinfonía con Voces Solistas y Corales Que entran en el Finale sobre la Oda a la Alegría de Schiller”. El anuncio oficial del concierto indicaba que “Herr Ludwig van Beethoven mismo participará en la dirección general”. El director de la ejecución fue en realidad el maestro Michael Umlauf. Thalberg y Schinder, entre otros, dejaron escritas interesantes referencias sobre el estreno…

Agosto 2007: El Mesías de George Frideric Händel

"EL MESÍAS"

 

Händel ha sido comparado con Beethoven, y en verdad que sólo Beethoven ha transitado los grandes senderos de comprensión musical universal que abrío Händel.

A través de la música de Mesías participamos, de nuevo modo, en la vida del Redentor. Al principio nos identificamos con los profetas que discurren. Cuando el coro entona, “Porque entre nosotros ha nacido un niño”, no nos sentimos ya profetas, sino pastores a la vera de ellos. Y en los instantes en que nos envuelven las ondulaciones de la Sinfonía Pastoral, también nos vemos entonando una canción de cuna para el Rey recién nacido. En verdad, por medio de la música de Händel, y de una manera única, el Mesías del Mundo se “hace carne y transita entre nosotros”.

Julio 2007: Trío para piano, violín y violonchelo en La menor Op. 50 de Peter Ilich Tchaikovsky

"TRÍO EN LA MENOR Op 50"

 

Una de las obras más maravillosas que se han compuesto jamás para esta formación, surgió de un compositor que detestaba el trío para violín, cello y piano. Y mal que le pese a Peter Ilich Tchaikovsky , su trío Opus 50, le salió de un modo tal que es la obra camarística más importante que tiene en su catálogo...

Junio de 2007: Requiem en Re menor KV 626 de Wolfgang Amadeus Mozart

"REQUIEM EN RE MENOR KV626"

 

Réquiem en Re Menor KV626 de Wolfgang Amadeus Mozart, en su versión original y en la versión para cuarteto de cuerdas de Peter Lichtenthal (1780-1853).

Mayo 2007: La muerte y la doncella de Franz Schubert

"LA MUERTE Y LA DONCELLA"

 

En la pestaña de descargas se podrá encontrar el cuarteto de cuerdas en re menor, “La muerte y la doncella D810” de Franz Schubert.

En sus versiones, para cuarteto de cuerdas y para orquesta de cuerdas (Versión de Gustav Mahler). Como así también el lied homónimo “La muerte y la doncella D531”.