*Acto I: Finale-Andante; Acto II: Scène-Moderato; Acto III: Danse russe; Acto IV: Scène finale-Andante.

DICIEMBRE...

EL LAGO DE LOS CISNES

El lago de los cisnes, Op. 20

l lago de los cisnes, ballet en cuatro actos, con música de Tchaikovsky y libreto de Vladimir Pétrovitch Begitchev y Vasily Geltzer, fue estrenado en el Teatro Bolshói, de Moscú el 20 de febrero de 1877. A pesar de ser una de las obras más notables del repertorio del ballet romántico, fue acogido con gran frialdad debido a los errores y fallas de montaje que lo perjudicaron en demasía. Los directores del Teatro Bolshói, acostumbrados a las vulgaridades de los compositores oficiales, no supieron apreciar el alto mérito de la deliciosa partitura de Tchaikovsky. Cortaron varios pasajes, transfirieron escenas de un acto a otro, e incluyeron fragmentos de otros ballets. Además de esto, confiaron la representación a artistas de segunda categoría. Humillado por este fracaso, Tchaikovsky lo atribuyó erróneamente a su música, y tiempo después quiso rehacer la partitura, no consiguiéndolo, debido a su muerte en 1893. Un año después de su muerte, el famoso coreógrafo francés Marius Petipa, a quien tanto debe el ballet ruso, propuso al Teatro Imperial, de San Petersburgo, el Mariinsky, hacer un nuevo montaje de El lago de los cisnes, en un homenaje póstumo a Tchaikovsky. Como el programa era muy largo, solamente el segundo acto fue llevado a escena. La representación del ballet completo tuvo que esperar un año más.

Tchaikovsky, cuando quería componer sus ballets se inspiraba en cuentos de hadas. La historia de El lago de los cisnes es de origen alemán, posiblemente renana.


Resumen argumental

Acto I

El ballet comienza con una introducción de gran belleza musical. Al levantarse el telón para dar comienzo al primer acto, aparece un bello jardín con un castillo en segundo plano. Está siendo realizada una fiesta en conmemoración a la mayoría de edad del Príncipe Sigfrido. De la aldea llegan mozos y mozas para felicitarle. La Princesa Regente, madre de Sigfrido, entra con un séquito real interrumpiendo la alegría de todos. Ella se opone a esta compañía del hijo y le advierte que debe escoger para esposa una de las damas reales que van a comparecer al baile de gala de la noche. Cuando ella se aparta, los invitados bailan un vals. Wolfgang, tutor del Príncipe, un tanto embriagado, se burla del baile y desmañadamente se ridiculiza a sí mismo, provocando la risa. La pasada de un bando de cisnes volando por encima de todos, hace que el Príncipe proponga a los amigos una caza nocturna.


Acto II

Un claro, al margen de un lago. Es medianoche. Un grupo de cisnes atraviesa el lago, trayendo el jefe una corona en la cabeza. Al llegar a la playa, se transforman en mujeres. Entra el Príncipe, precedido por un amigo, Benno. Odete, la Reina Cisne queda horrorizada, aunque el Príncipe la tranquiliza, y entonces ella le dice que está, así como sus compañeras, bajo la acción de un sortilegio del hechicero Von Rothbart. Solamente por un pequeño espacio de tiempo, a medianoche, les es permitido volver a la forma humana. Enamorado de Odete, Sigfrido intenta abrazarla, pero Rothbart aparece de repente y se interpone entre los dos. Llegan los demás cazadores, que van siendo informados al respecto de las mozas encantadas. El Príncipe le pide a Odete que vaya al baile del castillo pero ella dice que no puede ir en tanto esté bajo el efecto del hechizo de Rothbart. Con la promesa de la joven, el Príncipe jura librarlas de ese mal. Odete le informa que si él no cumple la promesa, ella y sus amigas morirán. Al amanecer las mozas se convierten nuevamente en cisnes y desaparecen en el lago.


Acto III

En el castillo, donde está siendo realizado el baile. Sentados en el trono están el Príncipe y su madre, cercados de cortesanos y guardas. Llegan los invitados. Seis jovencitas de sangre real bailan delante del trono, pero el Príncipe no les presta atención. En seguida, un grupo de invitados ejecuta números de danzas nacionales de varios países en trajes típicos. Estos episodios, de gran colorido, incluyen un divertissement español, la tarantela napolitana, la polaca de Bohemia, la Czarda húngara y la mazurca polaca. Inesperadamente los clarines anuncian un nuevo invitado. Es Rothbart, disfrazado de Cisne Negro, y su hija, la perversa Odila, transformada por las fuerzas diabólicas del padre a fin de parecerse a Odete. Creyendo tratarse de la joven cisne, Sigfrido la corteja y baila con ella. Al terminar el baile, anuncia que se casará con ella. El hechicero está alegre pues el Príncipe, sin saberlo, ha roto el juramento con Odete, cuyo espíritu batía en vano en una ventana para avisar a su admirador. Rothbart desaparece con su hija y el Príncipe al ver que ha sido engañado sale corriendo en busca de Odete.


Acto IV

Nuevamente en el claro, al margen del lago. Las jóvenes cisnes bailan mientras esperan la vuelta de Odete, que llega desesperada con la traición de Sigfrido. Cuando el Príncipe aparece, Odete se esconde entre las amigas y no le saluda, pero ante la explicación del Príncipe de haber sido engañado, viene a su presencia para perdonarle.

Enfurecido, Rothbart hace caer una tempestad con la intención de matar a Odete y sus amigas con las aguas transbordantes del lago. Es justamente lo que ellas temen frente a la inundación, pero Sigfrido lleva a Odete a lugar seguro y jura preferir morir a perderla. Con esta promesa de sacrificio, se rompe el encanto y el lago vuelve a su estado natural pero sus aguas nunca más serán surcadas por las jóvenes cisnes, libres ya de las fuerzas malignas de Rothbart.


Grand pas de deux ( Angel Corella; Gillian Murphy).
John F. Kennedy Center for Performing Arts, 2005.