*Selig sind die da Leid tragen.

Un Réquiem Alemán

 

or muchos años Brahms había estado preocupado por la idea de componer un Réquiem, pero fue recién en 1866, cuando contaba con 33 años, que comienza a trabajar seriamente en esto. La obra fue completada al año siguiente, con la excepción del quinto movimiento, el cual agregó mas tarde para conseguir una estructura más balanceada. En su forma incompleta el “Ein Deutsches Requiem” fue escuchado por primera vez en la Catedral de Bremen, el viernes santo de 1868, la versión final, fue interpretada al año siguiente, en el famoso concert-hall, Gewandhaus de Leipzig.

Brahms pudo haber escrito al Réquiem en memoria de su madre, quien murió en 1856, también, es igualmente posible que  haya tenido en mente a su gran amigo y mentor, Robert Schumann, cuya locura y trágica muerte, habían afectado profundamente al joven Brahms. De todos modos, el compositor no dio ninguna indicación conmemorativa del Réquiem. Si este hubiera sido en memoria de alguien, de todos modos, como toda gran obra, el mensaje universal de su visión transciende las circunstancias de su concepción. 

El título del trabajo de Brahms –Un Réquiem Alemán-, refleja el uso de la Biblia luterana en lugar de la latina -comúnmente usada-. Él mismo, compiló el texto, tomado de los Viejos y Nuevos testamentos. Poco tiene en común esta obra, con la Misa de Réquiem convencional, omite los horrores del Último Juicio -un rasgo central de la liturgia católica- y cualquier última súplica por misericordia u oraciones para el muerto. Así mismo, hace sólo una referencia al paso -en el último movimiento- a la redención cristiana, a través de la muerte de Jesús. No sorpresivamente, el título de “Réquiem”, fue más de una vez cuestionado, pero Brahms declaró que la intención era escribir un Réquiem para confortar a los vivos, no a las almas de los muertos, por consiguiente, el trabajo se enfoca en la fe en la Resurrección, en lugar al miedo del Día del Juicio final. A pesar de su texto poco ortodoxo, el Réquiem alemán fue inmediatamente reconocido como una obra maestra de visión excepcional, y finalmente, confirmó la reputación de Brahms, como compositor de estatura internacional.

 

TEXTO EN ALEMÁN Y CASTELLANO.

Ein deutsches Requiem

 

 

I.

 

Selig sind, die da Leid tragen,

denn sie sollen getröstet werden.

(Matthäus 5.4)

 

Die mit Tränen säen,

werden mit Freuden ernten.

Sie gehen hin und weinen

und tragen edlen Samen

und kommen mit Freuden

und bringen ihre Garben.

(Psalm 126, 5 und 6)

 

II.

 

Denn alles Fleisch,

es ist wie Gras

und alle Herrlichkeit des Menschen

wie des Grases Blumen.

Das Gras ist verdorret

und die Blume abgefallen.

(1. Petrus 1, 24)

 

So seid nun geduldig, liebe Brüder,

bis auf die Zukunft des Herrn.

Siehe, ein Achermann wartet

auf die köstliche Frucht der Erde

und ist geduldig darüber,

bis er empfahe den Morgenregen

und Abendregen.

So seid geduldig.

(Jakobus 5, 7)

 

Denn alles Fleisch,

es ist wie Gras

und alle Herrlichkeit des Menschen

wie des Grases Blumen.

Das Gras ist verdorret

und die Blume abgefallen.

Aber des Herrn Wort

bleibet in Ewigkeit.

(1. Petrus 1, 24 und 25)

 

Die Erlöseten des Herrn

werden wiederkommen

und gen Zion kommen mit Jauchzen;

Freude, ewige Freude,

wird über ihrem Haupte sein;

Freude und Wonne

werden sie ergreifen,

und Schmerz und Seufzen

wird weg müssen.

(Jesaja 35, 10)

 

III.

 

Herr, lehre doch mich,

daß ein Ende mit mir haben muß

und mein Leben ein Ziel hat

und ich davon muß.

Siehe, meine Tage sind

einer Hand breit vor Dir,

und mein Leben ist wie

nichts vor Dir.

 

Ach,

wie gar nichts sind alle Menschen,

die doch so sicher leben.

Sie gehen daher wie ein Schemen

und machen ihnen viel

vergebliche Unruhe;

sie sammeln und wissen nicht,

wer es kriegen wird.

Nun Herr,

wess soll ich mich trösten?

Ich hoffe auf Dich.

(Psalm 39, 5-8)

 

Der Gerechten Seelen

sind in Gottes Hand

und keine Qual rühret sie an.

(Weisheit Salomos 3, 1)

 

IV.

 

Wie lieblich sind Deine Wohnungen,

Herr Zebaoth!

Meine Seele verlanget

und sehnet sich

nach den Vorhöfen des Herrn;

Mein Leib und Seele freuen sich

in dem lebendigen Gott.

Wohl denen,

die in Deinem Hause wohnen,

die loben Dich immerdar.

(Psalm 84, 2, 3 und 5)

 

V.

 

Ihr habt nun Traurigkeit;

aber ich will euch wiedersehen,

und euer Herz soll sich freuen,

und eure Freude soll niemand

von euch nemmen.

(Johannes 16, 22)

 

Ich will euch trösten,

wie einen seine Mutter tröstet.

(Jesaja 66, 13)

 

Sehet mich an:

Ich habe eine kleine Zeit

Mühe und Arbeit gehabt

und habe großen Trost gefunden.

(Jesus Sirach 51, 35)

 

VI.

 

Denn wir haben hie

keine bleibende Statt,

sondern die zukunftige suchen wir.

(Hebräer 13, 14)

 

Siehe, ich sage euch ein Geheimnis:

Wir werden nicht alle entschlafen,

wir werden aber alle

verwandelt werden;

und dasselbige plötzlich

in einem Augenblick

zu der Zeit der letzten Posaune.

Denn es wird die Posaune schallen,

und die Toten werden

auferstehen unverweslich;

und wir werden verwandelt werden.

Dann wird erfüllet werden das Wort,

das geschrieben steht:

Der Tod ist verschlungen

in den Sieg.

Tod, wo ist dein Stachel!

Hölle, wo ist dein Sieg!

(Korinther 15, 51 und 52, 54 und 55)

 

Herr, Du bist würdig

zu nehmen Preis un Ehre und Kraft,

denn Du hast alle Dinge erschaffen,

und durch Deinen Willen

haben sie das Wesen

und sind geschlaffen.

(Offenbarung Johannes 4, 11)

 

VII.

 

Selig sind die Toten,

Die in dem Herrn sterben,

von nun an.

Ja, der Geist spricht,

daß sie ruhen von ihrer Arbeit;

denn ihre Werke folgen ihnen nach.

(Offenbarung Johannes 14, 13)

 

Un Réquiem Alemán

 

 

I.

 

Bienaventurados los que padecen,

pues ellos serán consolados.

(Mateo 5.4)

 

Los que siembran con lágrimas,

recogerán con alegría.

Se han ido y lloran,

y portan la noble simiente,

y retornan con júbilo,

y traen sus gavillas.

(Salmo 125, 5 y 6)

 

II.

 

Entonces toda la carne,

es como la hierba

y todo el esplendor del hombre

es como la flor de los prados.

La hierba está seca

y la flor está marchita.

(Primera epístola de S. Pedro 1, 24)

 

Así, amados hermanos,sed pacientes

y esperad la venida del Señor.

Mirad al campesino que aguarda

el fruto precioso de la tierra

y espera paciente

la llegada de la lluvia

del otoño y la primavera.

Así, sed pacientes.

(Epístola de Santiago 5, 7)

 

Entonces toda la carne,

es como la hierba

y todo el esplendor del hombre

es como la flor de los prados.

La hierba está seca

y la flor está marchita.

Pero la palabra del Señor

Perdura eternamente.

(Primera epístola S. Pedro 1,24,25)

 

Los que han de ser salvados

por el Señor retornarán

y vendrán jubilosos hacia Sión;

La alegría, la alegría eterna,

Reinará sobre ellos.

La alegría y el gozo

se apoderarán de ellos,

y el dolor y el llanto

desaparecerán.

(Isaias 35, 10)

 

III.

 

Revélame, por tanto,Señor,

que mis días deben tener un final,

que mi vida tiene un destino

y que me debo a él.

¡Mira!, en tu presencia, mis días son

como la palma de tu mano,

y mi vida, ante ti,

no es nada.

 

¡Ah!,

todos los hombres son apenas nada

y, sin embargo,

viven tan seguros.

Desaparecen como una sombra

y en vano se agitan;

Acumulan riquezas sin saber

a quién aprovecharán.

Y ahora Señor,

¿qué podrá consolarme?

En ti deposito mi esperanza.

(Salmo 38, 5-8)

 

Las almas de los justos

están en las manos del Señor

y ninguna pena podrá perturbarlas.

(Sabiduría 3, 1)

 

IV.

 

Qué dulces son tus moradas,

¡Señor de los ejércitos!.

Mi alma se desespera

y suspira

por las cortes celestiales;

Mi cuerpo y mi alma

se alegran del Dios vivo.

Bienaventurados

los que habitan tus moradas,

que te alaban por siempre.

(Salmo 83, 2, 3 y 5)

 

V.

 

Ahora estáis afligidos;

Pero yo os volveré a ver,

Vuestro corazón se regocijará

y nada podrá privaros

de vuestro gozo.

(San Juan 16, 22-23a)

 

Os consolaré,

como una madre consuela a su hijo.

(Isaias 66, 13)

 

Mírame:

Qué escaso tiempo de fatigas

y trabajos he vivido

y he hallado un gran consuelo.

(Siracide o Eclesiástico 51, 27)

 

VI.

 

Pues no tenemos en la tierra

una morada permanente,

por ello buscamos la del porvenir.

(Epístola a los hebreos 13, 14)

 

Mirad, que os revelo un secreto:

Ciertamente, no moriremos todos,

pero todos seremos transformados;

En un instante,

en un abrir y cerrar de ojos,

a los acordes de la última trompeta.

Puesto que se escuchará la trompeta

y los muertos

resucitarán incorruptos;

Y nosotros seremos transformados.

Entonces se cumplirá lo escrito:

la muerte quedará cautiva

en la victoria.

Muerte,

¿dónde está tu espina?

Infiernos,

¿dónde está vuestra victoria?

(Primera epístola a los Corintios15, 51 y 52, 54 y 55)

 

Señor, Tú eres digno

de recibir alabanza, honor y poder,

porque Tú eres el creador

de todas las cosas,

y por tu voluntad

son y han sido creadas.

(Apocalipsis 4, 11)

 

VII.

 

Bienaventurados los muertos

que mueren en el Señor.

Sí,

el espíritu dice

que reposa de sus fatigas,

porque sus obras van tras él.

(Apocalipsis 14, 13)

 

Ein deutsches Requiem By Herbert von Karajan