*Preludio y mazurca; La oración; La paz.
Ballet en dos actos y tres escenas: Coppélia
strenado en el Teatro de la Ópera de París el 25 de mayo de 1870, con Giuseppina Bozzacchi en el rol principal, el ballet Coppélia constituye, sin duda alguna, la obra más popularizada y ampliamente conocida de Léo Delibes. Su música, colorida y expresiva, ofrece instantes de honda inspiración, destacándose especialmente por la refinada elegancia de que hace gala el autor, en particular en los dos valses incluidos en la partitura.
Coppélia, que participa también en cierto modo de las características del ballet romántico, alcanzó en ocasión de su estreno un éxito muy significativo, lo que determinó que este bellísimo ballet se diese a conocer rápidamente en diversos países conquistando en ellos la misma aceptación que en París.
Su trama, que combina admirablemente lo fantástico con el romance sentimental, se basa en un relato de Ernest Theodor Amadeus Hoffmann titulado Der Sandmann (El hombre de arena), publicado en 1815, con coreografía original de Arthur Saint-Léon para un libreto de ballet de Saint-Léon y Charles Nuitter. Desarrolla en tres actos una historia de enamorados que tiene lugar en una aldea de Galitzia.
Swanhilda, una bella aldeana, se halla comprometida con Franz. Sin embargo, la joven se siente profundamente angustiada por el hecho de que Franz se encuentra a la vez fascinado por una hermosa muchacha, a la que no conoce y que sólo ha visto a través de los cristales de la ventana de la casa que habita un extraño personaje: el anciano Dr. Coppelius, hombre de apariencia siniestra, a quien nadie ha brindado amistad y que lleva una vida misteriosa. Franz, deslumbrado por la belleza de la joven, decide entrar durante la noche en la casa de Coppelius y para ello, espera pacientemente que el viejo se ausente para dar sus habituales paseos nocturnos. Llegada la noche, el Dr. Coppelius sale sigilosamente; ocasión que aprovecha el aldeano para penetrar en la siniestra casa. Swanhilda, que ha estado observando a su novio en silencio, repara también que al marcharse el anciano ha dejado caer, sin apercibirse, la llave de la puerta de su casa; ocasión que es aprovechada por la aldeana para seguir los pasos de Franz. La segunda escena del ballet tiene lugar en el interior de la casa de Coppelius, que es en verdad, un taller de muñecos mecánicos, en el que ocupa un lugar de excepción la muñeca Coppélia, que con su belleza despertara el amor de Franz. Swanhilda se siente feliz al comprobar la realidad, y en compañía de Franz recorren todos los rincones del extraño taller, divirtiéndose como niños dando cuerda a los muñecos allí reunidos, los que se animan como seres humanos, en irrefrenable impulso danzante. Mientras tanto, Franz, que ha experimentado un cruel desengaño al comprobar que la joven que veía en la ventana no es más que una muñeca con cuerda, advierte a través de los cristales del ventanal el regreso del Dr. Coppelius, que se muestra nervioso y agitado buscando la llave perdida. Sin tiempo para escapar, Swanhilda decide vestirse con las largas ropas de la muñeca Coppélia, pensando que de este modo su presencia pasará inadvertida. Al penetrar en el taller, el fabricante de autómatas advierte el desorden, por lo que recorre la casa enfurecido, dirigiéndose finalmente hacia el lugar donde se encuentra Coppélia, su muñeca favorita. El anciano contempla la que considera su obra maestra, dándole cuerda. Swanhilda, imita entonces los movimientos pausados y rítmicos de los autómatas, y se entrega a la danza, interpretando una serie de pasos complicados que despiertan la admiración y el entusiasmo de Coppelius. Mas el viejo poco tarda en descubrir la presencia de Franz, lo que provoca un nuevo desorden, consiguiendo finalmente los jóvenes aldeanos huir tras de una desenfrenada persecución del anciano por todos los recovecos de su taller. En el tercer acto, el pueblo de fiesta se ha reunido en la calle, frente a la casa de Coppelius para proclamar el triunfo del amor, celebrando así la unión de Swanhilda y Franz: acontecimiento que se festeja con una serie de bailes que culminan con las coloridas czardas y la briosa mazurca.
Coppélia.
Bolshoi Theatre.
Natalia Osipova.