ABRIL...
LOS PESCADORES DE PERLAS
*CARMEN.
Les Pêcheurs de Perles (Los pescadores de perlas)
einticinco años tenía Bizet cuando compuso Les Pêcheurs de Perles, su primera obra lírica que quedaría en la conciencia colectiva con (por ejemplo) la bellísima aria: Je crois entendre encore (si pasamos piadosamente por alto: su ópera cómica inédita La maison du docteur de 1852-55, su opereta Le docteur Miracle de 1856 -dada en Les Bouffes, el teatrillo de Offenbach, en 1857-, la ópera bufa, libro en italiano, Don Procopio de 1858-59, que había escrito en Roma y hubo de permanecer inédita, la opereta inédita La prêtresse de 1861, la ópera cómica inédita La guzla de l'émir de 1862, y la ópera cómica Ivan IV de 1862-65). Bizet acababa precisamente de regresar de Italia, donde permaneciera en la Villa Médicis el tiempo exigido a los becarios del Gran Prix de Rome. Apenas llegado a París, se había puesto a escribir (observen cuan constante fue en él la predilección por los temas exóticos, que habían de facilitarle el pintoresquismo que en términos musicales le era tan caro) la ópera en un acto La guzla del Emir que, de acuerdo con los estatutos del Conservatorio, tendría derecho a ver ejecutada en la Opera Cómica como parte de su recompensa de becario. En ese momento le llegó una interesante oferta de León Carvalho, el activo empresario del Teatro Lírico (a quien debemos también la inmortal música de escena de La Artesiana), para poner en música un libreto de Michel Carré (colaborador de Gounod en Fausto) y E. Corman. Se trataba de Les pêcheurs de perles; no tenía gran cosa de original, y mucho menos de calidad literaria, pero atrajo a Bizet porque transcurría en la isla de Ceylán y le sería dado asomarse a la India misteriosa y milenaria, tiñendo de orientalismo su música con el recurso fácil de sus séptimas bemolizadas y sus quintas abiertas. Bizet abandonó gustoso a su suerte La guzla del Emir (de cuya marcha estaba bastante disconforme) y se puso a trabajar con entusiasmo en Les pêcheurs de perles. Habiendo recibido el encargo a mediados de 1862, la ópera quedó lista al año siguiente y se estrenó el 29 de septiembre de 1863. No faltaron críticos que señalasen en protectora primera persona "notorias" influencias verdianas, gounodianas y wagnerianas (la acusación de wagnerismo estaba de moda en París, y se aplicó a Les pêcheurs de perles con la misma ligereza con que años más tarde se adjudicaría también a Carmen, pese a que probablemente por aquel entonces Bizet no habría oído un compás siquiera del autor de Lohengrin. La recepción que mereció la obra fue lo suficiente cálida como para estimular al joven compositor. El lucimiento que sus respectivas partes brindan al tenor y a la soprano ligera protagonistas, mantuvo la obra firmemente establecida en el repertorio hasta bien entrado el pasado siglo. En la actualidad es muy poco representada.
Resumen argumental
Acto I
El breve preludio (43 compases) consiste en una sintética introducción, un tema deliciosamente sereno que establece de inmediato la atmósfera de la primera escena a seguir.
El telón se levanta dejando a la vista del espectador un lugar inhóspito de la isla de Ceylán; un claro junto a la selva, en las inmediaciones de un templete en ruinas que se eleva al borde de una colina, frente al Océano Índico.
Ha llegado la época propicia, y los pescadores se reúnen, armando unos sus tiendas, cantando y danzando los más (Sur la grève en feu). La costumbre exige que sea nombrado un jefe (Amis, interrompez vos danses). Este será Zurga, quien ha concluido apenas de exigir a sus camaradas el juramento de fidelidad absoluta que también marca el rito, cuando aparece inesperadamente Nadir el cazador, antiguo amigo de Zurga, ausente durante largo tiempo (Des savanes et des forêts). Zurga y los demás pescadores le piden que permanezca con ellos (Demeuré parmi nous). Cuando ambos amigos quedan solos (C'est toi, toi qu'enfin je revois) evocan juntos la memoria de cierto día en que prendados ambos de una misma mujer (una sacerdotisa), acordaron renunciar a su amor para poder seguir siendo amigos (Dúo: Au fond du temple saint).
Una piragua arriba trayendo a su bordo una mujer velada, la desconocida que los pescadores más viejos van cada año a buscar para que los proteja orando y cantando sobre la roca del templete, sin descubrir jamás su rostro a hombre alguno (Recitativo: Que voisje? y Coro: Sois la bienvenue).
La recién llegada debe prestar juramento, garantizando que no ha de violar el secreto de su rostro velado (Escena y coro: Seule, au milieu de nous). Leila (que no es otra que aquella sacerdotisa de quien se enamoraron Zurga y Nadir después de entrever su esplendoroso rostro apenas un instante en el templo de Candy) duda un poco, pues habiendo reconocido de inmediato a Nadir, no ignora los peligros de muerte a que se expone si traiciona la fe de los pescadores. Mientras Leila es conducida al templo (la música evoca entre tanto el tema del preludio), Nadir, que permanece solo, se hace amargos reproches por haber ocultado la verdad a Zurga, siempre siguió enamorado de aquella sacerdotisa que ha creído reconocer (por el timbre de su voz) en la desconocida (Recit: A cette voix y Romanza: Je crois entendre encoré).
Se está encendiendo un gran fuego ceremonial, cuando Leila es traída de nuevo para completar el rito (escena y coro: Le ciel est bleu). La sacerdotisa comienza su himno (aria con coro: O dieu Brahma!), compuesto sin duda por Bizet con el pensamiento puesto en el gran acierto de Vincenzo Bellini con Casta diva, pues la situación es muy semejante, el soprano de la solista se eleva melódicamente sobre el sencillo fondo armónico del coro y, además, la tonalidad utilizada es la misma (Sol mayor). Nadie está ahora completamente seguro y, a su vez, en la segunda parte de la cavatina, es a Nadir a quien Leila se dirige secreta y exclusivamente.
Acto II
Transcurre la acción entre las ruinas del templo pagano, comenzando por un coro a capella (Hombre descend des cieux) en el que los bajos imitan a presuntos tamboriles indostanos. Leila, siempre cuidadosamente velada, permanecerá allí, sola, en la oscuridad de la noche. Nada tiene que temer, le subraya Zurga, mientras observe su juramento de mantener el secreto de su rostro y se conserve pura. Ella renueva su promesa recordando como en su infancia supo guardar el secreto de un fugitivo a quien ocultó cuando lo perseguían, recibiendo de él, en prenda de reconocimiento, una cadena de oro para el cuello.
Cuando Zurga la deja al fin sola, Leila evoca el recuerdo del hombre que ama y a quien sabe cerca de ella (Me voilà seule dans la Nuit). El son de una guzla (de algo tenía que servir la ópera abandonada, que provee aquí una breve canción de amor), anuncia la llegada de Nadir cuya voz le anticipa, “De mon amie”. Sobreviene un apasionado dúo (Leila! Dieu puissant). Al ir a alejarse de su amada, alguien sorprende a Nadir; suena un disparo, y se oye la voz de Nourabad, el sacerdote, convocando a los pescadores, quienes acuden en medio de una tempestad prestamente desatada (Ô nuit d'épouvante). Apresado el cazador, aquéllos reclaman la muerte de los culpables. Zurga se esfuerza primero por obtenerles el perdón. No serán castigados, a cambio de que se marchen inmediatamente del lugar. Pero Nourabad exige que Leila levante su velo y se muestre a todos tal cual es, para su eterna vergüenza y deshonor. Entonces la reconoce Zurga y, loco de celos, decide no oponerse a la perdición de los dos amantes.
Acto III
Cuadro 1
Transcurre en la tienda de Zurga.
Luego de un corto preludio que revela toda la excitación alcanzada ya por el progresivo desenvolvimiento del drama, y se desvanece a poco marcando el punto final de la tormenta, nos hallamos ante el jefe de los pescadores, quien no puede perdonarse el haber librado a la muerte a su amigo Nadir y a la mujer que ambos aman (L'orage s'est calmé). Según Chantavoine, no existe en todo el repertorio francés otra aria que se aproxime tan cabalmente como ésta al gran estilo de la romanza verdiana, del tipo de: Eri tu del Ballo in maschera o Ella giammai m’amò de Don Carlos. Dos pescadores aparecen; traen consigo a la prisionera que ha pedido hablar con Zurga, a quien solicita el perdón de Nadir, reclamando para sí la expiación de toda la culpa. Cuando más inclinado se sentía a perdonar, la actitud de la sacerdotisa, reveladora de su gran amor por Nadir, resucita de nuevo todo el furor de Zurga (dúo: Je frémis, je chancelle). Creyéndose conducida al inmediato sacrificio, Leila entrega a Zurga al marcharse un collar que posee, con la súplica in extremis de hacerla llegar a su madre.
Acto III
Cuadro 2
En otro paraje de la isla, los pescadores se entregan al frenesí de sus danzas (coro y danza: Des que le soleil), como etapa previa al cruento sacrificio que allí ha de cumplirse dentro de poco. Leila y Nadir aparecen a los acordes de una solemne marcha. Pero los preparativos para ajusticiarles se interrumpen ante la alarma de un incendio que, arrollador, devasta buena parte de los campos de los presentes. El paraje queda desierto, salvo la presencia de los prisioneros, de Zurga, que se apresta a liberarlos, y del desconfiado Nourabad, que se oculta intuyendo la verdad. Por el collar de Leila, Zurga ha reconocido en ella a la pequeñuela a quien debe su propia vida, y es él mismo quien provocó el incendio para salvar a su amigo y pagar la deuda contraída antaño con la joven (trío: O lumière sainte). Convocados otra vez por Nourabad, que ha denunciado a Zurga, vuelven iracundos los pescadores. Uno de ellos alcanza a clavar un puñal en el pecho de Zurga, que se desploma moribundo, aunque feliz, porque los enamorados, a quienes se alcanza a divisar en lo alto de una roca fuera ya del alcance de sus enemigos, han podido ponerse a salvo (Ce sont eux, les voici). Y la ópera concluye con el oportuno retorno de una de las frases más bellas del impresionante dúo del primer acto.
Juan Manuel Puente
Texto en español y francés.
Personajes
NADIR Pescador Tenor
ZURGA Jefe de los Pescadores Barítono
LEILA Sacerdotisa Soprano
NOURABAD Gran Sacerdote Bajo
La acción se desarrolla en la isla de Ceylán en época indeterminada
ACTO I
(Playa árida y salvaje de la
isla de Ceilán. A derecha e
izquierda algunas cabañas de
bambú y de esterilla; palmeras;
ruinas de una vieja pagoda hindú
y el mar iluminado por un sol
ardiente. Unos pescadores acaban
de montar sus tiendas mientras
que otros bailan y beben al son
de instrumentos hindúes)
CORO
¡Sobre la playa ardiente
donde duerme el agua azul,
nosotros levantamos
nuestras tiendas!
¡Bailad hasta la noche,
muchachas de ojos negros,
con las trenzas al viento!
¡Alejad, alejad con vuestros cantos,
alejad, alejad los malos espíritus!
¡Este es nuestro dominio!
¡Es aquí donde la suerte
todos los años nos conduce
dispuestos a desafiar a la muerte!
¡Bajo las olas profundas,
nadadores audaces,
nos aguarda la luminosa perla
oculta a todos los ojos!
Sobre la playa ardiente...
ZURGA
¡Amigos, interrumpid
vuestros bailes y juegos!
Es el momento de escoger
un jefe que nos gobierne,
que nos proteja y nos defienda,
¡un jefe amado por todos,
vigilante, valiente!
CORO
Aquél que queremos por señor
y al que elegimos como rey
amigo Zurga, amigo Zurga, ¡es a ti!
ZURGA
¿Quién, yo?
CORO
¡Sí, sí, sé nuestro jefe!
Aceptamos tus leyes.
¡Amigo, amigo, sé nuestro jefe!
Aceptamos tus leyes.
ZURGA
¿Me juráis obediencia?
CORO
¡Sé nuestro jefe!
ZURGA
¿Para mí todos los poderes?
CORO
¡Sé nuestro rey!
ZURGA
¡Bien! ¡Ya está dicho! ¡Está dicho!
CORO
Sé nuestro jefe.
A ti todos los poderes,
¡sé nuestro jefe y nuestro rey!
ZURGA
¡Ya está dicho! ¡Está dicho!
(Nadir aparece por el fondo y
desciende entre las rocas.)
CORO
¿Pero quién viene por ahí?
ZURGA
(acudiendo ante Nadir)
¡Nadir! ¡Nadir!
¡Amigo de mi juventud!
¿Eres tú a quien nuevamente veo?
CORO
¡Es Nadir,
el cazador de los bosques!
NADIR
¡Sí, Nadir,
vuestro amigo de antaño!
¡Entre vosotros, compañeros,
los buenos tiempos renacen!
¡De las sabanas y de los bosques
donde los cazadores extienden redes,
de las sabanas y de los bosques
he sondeado las sombras
y los misterios!
¡He seguido,
con el puñal entre los dientes,
al tigre rayado de ojos ardientes,
y al jaguar y a la pantera!
¡Lo que yo hice ayer, amigos míos,
vosotros lo haréis mañana!
¡Compañeros, démonos la mano!
CORO
¡Amigos, amigos, démonos la mano!
ZURGA
¡Vive con nosotros, Nadir,
y sé de los nuestros!
NADIR
¡Sí! ¡Mis deseos, desde ahora,
y mis placeres serán los vuestros!
ZURGA
¡Bien!
¡Toma parte en nuestros ritos!
¡Amigo, bebe conmigo,
baila y canta con ellos!
¡Antes de que la pesca comience,
saludemos al sol, al aire
y al mar inmenso!
CORO
Sobre la playa ardiente...
(Los pescadores bailzan, después se
dispersan. Zurga y Nadir quedan
solos.)
ZURGA
¡Eres tú, tú a quien vuelvo a ver!
Después de largos días,
después de largos meses
en que hemos estado separados
el uno del otro,
¡Brahma nos reúne!
¡Qué alegría la nuestra!
Pero dime,
¿sigues fiel a tu juramento?
¿Es un amigo a quien veo
o a un traidor?
NADIR
¡De mi profundo amor
he sabido ser el señor!
ZURGA
¡Olvidemos el pasado,
celebremos este dulce momento!
¡Seamos hermanos,
continuemos amigos toda la vida!
¡Mi corazón ha desterrado la locura!
NADIR
¡Sí, la calma ha venido para ti,
pero el olvido no vendrá jamás!
ZURGA
¿Qué dices?
NADIR
Zurga... cuando nos encontremos
en la edad en que
los sueños de los días pasados
de nuestra alma
han sido eclipsados...
Aún entonces recordarás
nuestro último viaje...
¡Nuestra estancia
en las puertas de Candi!
ZURGA
¡Era por la tarde!
El aire por la brisa templado,
los brahmanes con la frente
inundada de luz,
llamando lentamente
a la gente a la oración.
NADIR
Al fondo del templo sagrado
adornado de flores y de oro,
¡una mujer apareció!
¡Creo verla todavía!
ZURGA
¡Una mujer apareció!
¡Creo verla todavía!
NADIR
La gente arrodillada
la mira, aturdida,
y murmura por lo bajo:
¡Mirad, es la diosa!
¡Aquí, entre las sombras, viene y
hacia nosotros extiende los brazos!
ZURGA
¡Su velo se levanta!
¡Oh, visión! ¡Oh, sueño!
¡La gente cae de rodillas!
NADIR, ZURGA
¡Sí, es ella!
¡Es la diosa
más encantadora y bella!
¡Sí, es ella!
¡Es la diosa que desciende
entre nosotros!
¡Su velo se levanta
y la gente cae de rodillas!
NADIR
¡A través de la gente
ella se abre camino!
ZURGA
¡Su largo velo
nos oculta el rostro!
NADIR
¡Mi mirada, ay!
¡La busca en vano!
ZURGA
¡Ella huye!
NADIR
¡Ella huye!
¡Pero en mi alma, de improviso,
un extraño ardor se enciende!
ZURGA
¡Un fuego nuevo me consume!
NADIR
¡Tu mano se apoya en la mía!
ZURGA
¡Tu mano se apoya en la mía!
NADIR
¡De nuestros corazones
el amor se apodera
y nos convierte en enemigos!
ZURGA
¡No, que nada nos separe!
NADIR
¡No, nada!
ZURGA, NADIR
¡Juremos ser siempre amigos!
¡Oh, sí, juremos ser siempre amigos!
¡Sí, es ella! ¡Es la diosa!
Aquel día nos vino a unir,
y fiel a mi promesa,
¡como un hermano yo te querré!
¡Es ella, es la diosa,
quien vino en aquel día a unirnos!
¡Sí, compartamos la misma suerte,
estemos unidos hasta la muerte!
ZURGA
¿Qué veo?
¡Una piragua se dirige hacia aquí!
¡La esperaba!
¡Oh, dios Brahma! ¡Gracias!
NADIR
¿A quién esperabas?
ZURGA
Una mujer desconocida
y tan bella como sabia,
que los más viejos de nosotros,
según la vieja costumbre,
lejos de aquí, cada año,
han de ir a buscar.
Un largo velo a nuestros ojos
oculta su rostro;
¡y nadie debe verla,
nadie debe acercársele!
Pero durante nuestro trabajo,
recostada bajo esas rocas,
ella rezará, y su canto
que planeará sobre nuestras cabezas,
¡apartará a los malos espíritus
y nos protegerá!
¡Ella llega! ¡Amigo,
festeja con nosotros su venida!
(Leila, con el rostro cubierto por
un velo, aparece seguida por
Nourabad. Nadir solo y pensativo,
no apercibe a Leila.)
CORO
¡Es ella, es ella, ella llega!
¡La han traído! ¡Está aquí!
(rodeando a Leila y ofreciéndole
flores)
Sé bienvenida,
amiga desconocida,
¡dígnate aceptar nuestros presentes!
¡Canta, y que el viento
aplaque su furia,
amistoso a tus dulces palabras!
¡Que la tropa inmunda
de los espíritus de las olas
se aleje ante tu voz!
¡Ah! Aleja con tus cantos
los espíritus de las olas,
de los prados y de los bosques.
Amiga desconocida
recibe aquí nuestros presentes
y sé bienvenida.
¡Protégenos!
¡Vela por nosotros!
ZURGA
(adelantándose hacia Leila)
Sola entre nosotros,
virgen pura y sin mancha,
¿prometes guardar
el velo que te oculta?
LEILA
¡Lo juro!
ZURGA
¿Prometes permanecer
fiel a tu juramento?
¿Rezar noche y día
al borde del abismo obscuro?
LEILA
¡Lo juro!
ZURGA
¿De apartar con tus cantos
los negros espíritus de la sombra
y de vivir sin amigo, sin esposo,
sin amante?
LEILA
¡Lo juro!
ZURGA
Si permaneces fiel y sumisa
a mi ley,
guardaremos para ti
la perla más hermosa,
y la humilde joven
será entonces ¡digna de un rey!
(amenazante)
Pero si nos traicionas,
si tu alma sucumbe
a las trampas malditas del amor,
¡maldita serás!
CORO
¡Maldita serás!
ZURGA
¡Será tu último día!
CORO
¡Maldita serás!
ZURGA
¡Para ti se abrirá la tumba!
CORO
¡Maldita serás!
ZURGA
¡La muerte te esperará!
CORO
¡Sí!
NADIR
(se levanta y se adelanta hacia
Leila)
¡Ah! ¡Funesta suerte!
LEILA
(a parte)
¡Ah! ¡Es él!
ZURGA
(tomando la mano de Leila)
¿Qué tienes?
¡Tu mano duda y tiembla!
¡Por un negro presentimiento
tu corazón se agita!
Bien, vete de esta orilla
donde la suerte nos espera,
¡recobra tu libertad!
CORO
¡Habla! ¡responde!
LEILA
(los ojos vueltos hacia Nadir)
¡Me quedo!
¡Me quedo aun cuando deba morir!
¡Que mi suerte
gloriosa o funesta se cumpla!
Me quedo, amigos,
mi vida es vuestra.
ZURGA
Está bien, para todos los ojos
permanecerás velada.
Cantarás por nosotros
bajo la noche estrellada,
¡lo has prometido!
LEILA
¡Lo he jurado!
ZURGA
¡Lo has jurado!
NADIR
¡Lo has jurado!
CORO
¡Brahma, divino Brahma,
que tu mano nos proteja!
¡De los espíritus de la noche
ven a apartar sus trampas!
¡Oh, dios Brahma, estamos
todos arrodillados ante ti!
¡Oh Brahma, divino Brahma,
que tu mano nos proteja!
(Tras una orden de Zurga, Leila
recorre el camino que conduce al
templo, seguida por Nourabad;
desaparecen en las profundidades
del templo; los hombres descienden
hacia la orilla; Zurga se acerca a
Nadir, quien no ha cesado de seguir
con la mirada a Leila quien, una
sola vez, se ha girado hacia él, le
tiende la mano y se aleja con un
último grupo de pescadores. El
anochecer llega poco a poco.)
NADIR
(solo)
¿Ante esa voz
qué turbación agita todo mi ser?
¿Qué loca esperanza?
¿Qué he creído reconocer?
¡Ay! ¡Ante mis ojos ya,
pobre insensato,
la misma visión
ha pasado tantas veces!
¡No, no, son los remordimientos,
la fiebre, el delirio!
¡Zurga debe saber todo,
iré a decírselo!
¡Perjuro a mi promesa,
he querido volver a verla!
¡He descubierto sus huellas,
he seguido sus pasos!
Y oculto en la noche
y suspirando por lo bajo,
escuché sus dulces cantos
traídos por el espacio.
Creo escuchar todavía,
oculto bajo las palmeras,
su voz tierna y sonora
¡como un canto de paloma!
¡Oh, noche encantadora!
¡Divina visión!
¡Oh, recuerdo delicioso!
¡Loca embriaguez! ¡Dulce sueño!
¡En la claridad de las estrellas,
creo todavía verla,
entreabrir sus largos velos
a los vientos tibios de la noche!
¡Oh, noche encantadora!...
¡Delicioso recuerdo!
(Se tumba sobre una esterilla y se
duerme.)
CORO
(entre bastidores)
¡El cielo está azul!
¡El mar inmóvil y claro!
¡EL cielo está azul!
(Leila, conducida por Nourabad,
aparece sobre las rocas que
dominan el mar.)
NOURABAD
¡Tú, permanecerás ahí,
sobre esa roca solitaria!
(Los fakires se acuclillan a los
pies de Leila y encienden una
hoguera de ramas y de hierbas secas
de la que Nourabad atiza la llama
tras haber trazado con un gesto de
su bastón un círculo mágico en el
aire.)
Ante el brillo de las brasas,
ante los vapores del incienso
que sube hasta el dios,
¡canta, canta, te escuchamos!
NADIR
(medio dormido)
¡Adiós, dulce sueño! ¡Adiós!
LEILA
(de pie sobre la roca)
¡Oh, dios Brahma!
¡Oh, señor soberano del mundo!
CORO
(entre bastidores)
¡Oh, dios Brahma!
LEILA
¡Blanca Siva!
¡Reina de cabellera clara!
CORO
¡Blanca Siva!
LEILA
Espíritus del aire,
espíritus de las aguas...
NADIR
(despertándose)
¡Cielos!...
LEILA
...de las rocas, de los prados,
de los bosques...
NADIR
...¡otra vez esa voz!
LEILA
...¡Escuchad mi voz!
CORO
¡Espíritus del aire,
espíritus de las aguas,
espíritus de los bosques!
LEILA
En el cielo sin velos,
sembrado de estrellas,
en el seno de la noche
transparente y pura,
como en un sueño,
inclinada sobre la playa,
mi mirada, sí,
mi mirada os sigue
a través de la noche.
Mi voz os implora,
mi corazón os adora,
mi canto ligero,
como un ave parece revolotear.
CORO
¡Ah, canta, canta otra vez!
¡Sí, que tu voz sonora,
ah, que tu canto ligero,
lejos de nosotros aparte todo daño!
LEILA
¡Ah!
NADIR
(que se ha deslizado hasta el pie
de las rocas.)
¡Leila! ¡Leila!
(Leila se inclina hacia él y aparta
su velo un instante.)
¡No temas nada!
¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!
¡Dispuesto a dar mis días,
mi sangre, por defenderte!
CORO
¡Ah! ¡Canta, canta otra vez!...
LEILA
¡Por ti, por ti a quien adoro,
ah, yo canto ahora!
¡Canto por ti a quien adoro!
¡Está ahí! ¡Me escucha! ¡Ah!
NADIR
¡Ah! ¡Canta, canta otra vez!
¡Oh, tú, a quien adoro,
no temas ningún daño!
¡Vengo para protegerte!
¡No temas nada, estoy aquí!
¡Leila, no temas nada!
¡Leila, estoy aquí!
ACTO II
(Ruinas de un templo hindú;
al fondo una terraza elevada
dominando el mar. Cielo estrellado)
CORO
(entre bastidores)
¡La sombra desciende del cielo,
la noche abre sus velos,
y las blancas estrellas
se bañan en el azul
de las aguas silenciosas!
NOURABAD
(se adelanta hacia Leila)
Las barcas han llegado a la playa;
por esta noche, Leila,
nuestra labor termina.
Aquí puedes dormir.
LEILA
¡Te marchas, ay!
¿Me dejarás sola?
NOURABAD
Sí, pero no padezcas,
no tengas miedo.
Por allí rocas inaccesibles
rodeadas por rugientes aguas;
por este lado, la aldea;
y por allí, guardianes terribles,
el fusil a al espalda
y el puñal en los dientes,
¡nuestros amigos velarán!
LEILA
¡Que Brahma me proteja!
NOURABAD
¡Si tu corazón sigue puro,
si cumples tu juramento,
duerme en paz bajo mi guardia,
y no temas ningún peligro!
LEILA
De cara a la muerte
yo sabré permanecer
fiel al juramento que una vez hice.
NOURABAD
¿Tú? ¿Cómo?
LEILA
Yo era todavía niña
cuando una noche, lo recuerdo,
un hombre, un fugitivo,
implorando socorro,
vino a buscar un refugio
en nuestra humilde choza;
y yo prometí,
el corazón emocionado por su ruego,
ocultarlo a todos
y proteger sus días.
Pese a todo una horda feroz acudió,
¡con amenazas en la boca,
todos me rodeaban!
Un puñal sobre mi frente se elevó,
mi silencio... la noche...
¡Huye!... ¡Se salva!
Pero, antes de llegar
a la sabana lejana:
¡Oh, valiente muchacha"
dijo él,
"coge esta cadena y guárdala
siempre como recuerdo mío!"
¡Yo, yo no me he olvidado!
¡Salvé su vida
y mantuve mi promesa!
NOURABAD
¡Está bien! Sueña con él,
de todos nuestros pecados
Zurga puede pedirte cuentas.
¡Sueña con él, sueña con el dios!
(Él sale con los fakires.)
CORO
(entre bastidores)
La sombra desciende
desde el cielo...
LEILA
¡Aquí estoy sola en la noche,
sola en este lugar desierto
donde reina el silencio!
(Mira alrededor suyo con creciente
temor.)
¡Me estremezco de miedo!
¡y el sueño se me fue!
(mirando hacia la terraza)
¡Pero, él está ahí!
¡Mi corazón adivina su presencia!
Como en otros tiempos
en la obscura noche,
oculto bajo el follaje espeso,
él vela cerca de mí en la sombra,
¡puedo dormir, soñar en paz!
Él vela cerca de mí,
como en otros tiempos,
como en otros tiempos,
¡es él! ¡mis ojos lo han reconocido!
¡Es él! ¡Mi alma está segura!
¡Oh, felicidad! ¡Él ha venido,
está cerca de mí, ah!
Como en otros tiempos
en la noche obscura...
(Se escucja el sonido de una "guzla")
NADIR
(tras bastidores, desde muy lejos)
¡De mi amiga,
flor adormecida
al fondo del lago silencioso,
yo he visto en las aguas
claras y profundas
resplandecer la frente alegre
y los dulces ojos!
(La voz se aproxima.)
Mi bien amada está encerrada...
LEILA
¡Dios!
NADIR
...en un palacio de oro y azur...
LEILA
¡La voz se aproxima!
NADIR
...la escucho reír,
y quiero que brille...
LEILA
¡Un dulce encanto me llena!
NADIR
...en el cristal de
uniforme obscuridad...
LEILA
¡Cielos!
NADIR
...¡su mirada pura!
LEILA
¡Ah! ¡Es él!
(Nadir aparece sobre la terraza,
descendiendo de entre las ruinas.)
NADIR
¡Leila! ¡Leila!
LEILA
¡Dios poderoso, ahí está!
NADIR
¡Junto a ella, aquí estoy!
LEILA
Por ese estrecho sendero
que bordea el sombrío abismo,
¿cómo has venido?
NADIR
¡Un dios guió mis pasos,
una tierna esperanza me animaba!
¡Nada, nada me ha retenido!
LEILA
¿Qué vienes a hacer aquí?
¡Huye, la muerte te amenaza!
NADIR
¡Aplaca tu temor, perdona!
LEILA
¡Lo he jurado!
¡No debo verte!
NADIR
¡Ah! ¡Ten piedad!
LEILA
¡La muerte está tras tus pasos!
NADIR
¡No me rechaces!
LEILA
¡Ah! ¡Vete!
NADIR
¡Ah! La noche es larga todavía,
nada puede sorprendernos,
¡ah! ¡Leila, sonríe a mi esperanza!
LEILA
¡No, separémonos!
NADIR
¡Ah! ¿Por qué rechazar...
LEILA
No es tiempo todavía...
NADIR
... a un amigo que te implora?
LEILA
...¡Ah! ¡Vete!
NADIR
¡Leila! ¡Leila!
LEILA
¡Ah! La muerte está tras de ti.
¡Ah, por piedad, aléjate!
NADIR
¡Ay!
¡Tu corazón no comprende el mío!
En el seno de la noche perfumada,
cuando yo escuché el alma adorada,
los sonidos de tu voz amada,
¡tu corazón no comprende al mío!
LEILA
¡Igual que tú, yo me acuerdo!
En el seno de la noche perfumada,
mi alma entonces, pura y libre,
¡al amor no estaba cerrada!
¡Igual que tú, yo me acuerdo!
NADIR
Yo había prometido
evitar tu presencia,
y ocultarme a ti para siempre;
¡pero el amor, ay, oh fatal poder!
¿Podría yo escapar
de los bellos ojos que amo?
LEILA
A pesar de la noche,
a pesar de tu largo silencio,
¡mi corazón excitado
estaba en tu corazón!
¡Yo aguardaba,
esperaba tu presencia!
¡Tu dulce voz
me traía la felicidad!
NADIR
¿Es verdad?
¿Qué dices?
¡Dulce confesión, oh felicidad! ¡Sí!
¡Tu corazón comprende al mío!
En el seno de la noche perfumada...
LEILA
¡Ah! ¡Igual que tú, yo me acuerdo!...
JUNTOS
¡Oh, dulce momento!
LEILA
(soltándose de su abrazo)
¡Ah! ¡Vuelve a la razón!
¡Vete! ¡Vete pronto! ¡Tiemblo!
NADIR
¡Que el amor cada noche
en las sombras nos una!
LEILA
¡Sí, sí! ¡Mañana te esperaré!
NADIR
¡Sí, mañana te veré!
(Se separan. Se escucha un
disparo. Leila lanza un grito
y cae de rodillas.)
NOURABAD
¡Maldición sobre ellos!
¡Maldición sobre nosotros!
¡Acudid! ¡Venid todos!
(Sale persiguiendo a Nadir.)
CORO
¿Qué voz nos llama?
¿Qué presagio de muerte
nos espera en este lugar?
(La tormenta estalla con toda
su furia)
¡Oh, noche de espanto!
¡La mar espumosa
eleva rugiendo
sus olas furiosas!
SOPRANOS
Pálida y temblorosa,
silenciosa y delicada
¿de dónde viene su terror?
¿de dónde su miedo?
Noche de espanto.
La mar espumosa,
¡oh, noche de terror!
¡noche de espanto!
¡Noche de horror,
noche de miedo!
CONTRALTOS, TENORES, BAJOS
¡Oh, noche de horror,
mi corazón de miedo palpita!
¡Oh, noche de horror,
Brahma, piedad, piedad!
¡Oh noche de espanto!
La mar espumosa
eleva rugiendo
sus olas furiosas,
oh, noche de horror,
noche de horror,
¡noche de miedo!
NOURABAD
(Reaparece seguido por fakires
llevando antorchas.)
En este asilo santo,
en estos lugares terribles,
un hombre, un extranjero,
aprovechando la noche,
con pasos furtivos...
CORO
¿Qué dice?
NOURABAD
...se ha introducido...
CORO
¿Es verdad?
NOURABAD
(señalando a Nadir a quien
conducen desde el fondo)
...¡Aquí está!
¡Estos son los dos culpables!
CORO
¡Estos son los dos culpables!
¡Ah! ¡Nadir! ¡Oh, traición!
¡Nadir! ¡Oh, traición!
(Amenazan a Nadir y a Leila con
sus puñales.)
¡Para ellos nada de gracia! ¡No!
¡Ni piedad! ¡Ni merced! ¡No!
¡La muerte! ¡La muerte!
¡Para ellos nada de gracia!
LEILA
¡Oh, sombría amenaza!
NADIR
¿Pediros gracia?
NOURABAD
¡Ni piedad ni gracia!
CORO
¡Para ellos nada de gracia!
LEILA
¡Oh, suerte funesta!
¡Oh, sombría amenaza!
¡Ay, funesta suerte!
¡Toda mi sangre se hiela!
¡Para nosotros es la muerte!
¡Ay! ¡Tiemblo! ¡Oh, cielos!
¡La muerte nos amenaza!
¡Funesta suerte!
¡Oh, sombría amenaza!
¡Brahma, protégenos!
¡Muero de espanto!
NADIR
¡No, antes la muerte!
¿Pediros gracia?
¡Su loca amenaza
hace mi brazo aún más fuerte!
¡No temas nada,
mi brazo te protege!
¡Yo sabré desafiar sus golpes!
¡Venid, os desafío,
sí, desafío a los cielos!
¡Me río de su enfado!
¡Desafiaré vuestro furor!
¡Venid, os espero!
CORO
¡Para los dos la muerte!
¡A pesar de su amenaza!
¡Que tengan la misma suerte!
¡Espíritus de las tinieblas,
dispuestos a castigaros,
los abismos fúnebres
para ellos se van a abrir!
¡Ni piedad ni merced!
¡Para ellos la muerte!
¡Sí, castiguémosles juntos!
(Intentan herirlos, Nadir se coloca
ante Leila para protegerla.)
ZURGA
¡Deteneos! ¡Deteneos!
Soy yo quien decidirá su suerte.
CORO
¡La muerte! ¡Para ellos la muerte!
ZURGA
Me habéis dado el poder,
me debéis obediencia.
¡Compañeros, lo habéis jurado,
obedeced, lo ordeno!
CORO
¡Vámonos pues!
¡Hacemos gracia al traidor!
¡Zurga lo quiere,
Zurga ordena como señor!
ZURGA
¡Partid, partid!
NOURABAD
(arrancando el velo de Leila)
Antes de irnos
¡que todos te conozcan!
ZURGA
(reconociendo a Leila)
¡Ah! ¿Qué veo?
¡Es ella! ¡Oh, furor!
¡Vengaos! ¡Vengadme!
¡Maldición! ¡Maldición sobre ellos!
CORO
¡Para ellos nada de gracia!
LEILA
¡Oh, sombría amenaza!
¡Oh, funesta suerte!
¡Brahma, protégenos!
¡Muero de terror!
NADIR
¿Pedirles gracia?
¡No, antes la muerte!
¡Sí, desafiaré a los cielos!
¡Yo me río de su enfado!
¡Yo desafiaré vuestra cólera!
ZURGA
¡Ni piedad, ni gracia,
para los dos la muerte!
¡Nada de piedad, que mueran!
¡Que caigan bajo nuestros golpes!
¡Para ellos la muerte!
CORO
¡Para ellos nada de gracia!
¡Nada de piedad! ¡A muerte!
¡Sí, castiguémoslos a la vez!
¡Para ellos la muerte!
(La tormenta estalla )
NOURABAD
¡Ah! ¡El rayo luminoso
caerá sobre nuestras cabezas!
¡Brahma!
CORO
¡Brahma! ¡Divino Brahma!
¡Que tu mano nos proteja!
¡Nosotros juramos castigar
su amor sacrílego!
¡Oh dios Brahma, estamos
todos de rodillas ante ti!
¡Brahma! ¡Divino Brahma!
¡Que tu mano nos proteja!
(A un gesto imperiosos de Zurga,
arrastran a Nadir; Leila es
conducida por los sacerdotes.)
ACTO III
Escena Primera
(Tienda hindú cerrada por una
cortina. Una lámpara brilla sobre
una pequeña mesa de junco.)
ZURGA
(aparece bajo la entrada de la
tienda)
La tempestad se calmó.
¡Ya los vientos se callan!
¡Las iras se apaciguan!
(Deja caer la cortina)
Reclamo en vano
la calma y el sueño.
La fiebre me devora
y mi alma oprimida
no tiene mas que un pensamiento:
¡Nadir debe expirar
a la salida del sol!
(Cae aturdido sobre unos cojines.)
¡Oh Nadir, tierno amigo
de juventud!
¡Oh Nadir, hasta la muerte
te he llevado!
¡Oh Nadir, ay, por qué antigua
y loca rabia
mi corazón ha sido poseído!
¡No, no, es imposible!
¡He tenido un sueño horrible!
¡No, tú no has traicionado tu fe!
¡Y el culpable, ay, he sido yo!
¡Oh, remordimientos!
¡Oh, arrepentimientos!
¡Ah! ¿Qué he hecho?
¡Oh Nadir, tierno amigo
de juventud!
¡Oh Leila, radiante belleza!
¡Perdonad la antigua rabia!
¡Por favor, perdonad los impulsos
de un corazón irritado!
¡A mi pesar,
los remordimientos me oprimen!
¡Nadir, Leila, ay!
¡Tengo vergüenza de mi crueldad!
¡Ah! ¡Perdonad los impulsos
de un corazón irritado!
(Cae aturdido. Leila aparece.
Dos pescadores la sujetan y la
amenazan con sus puñales.)
¿Qué veo?
¡Oh, cielos! ¡Qué turbación!
¡Todo mi amor se despierta
ante su vista!
Ante mí, ¿qué te trae?
LEILA
Quiero hablarte a solas.
ZURGA
(a los pescadores)
¡Está bien! ¡Salid!
LEILA
(a parte)
¡Me estremezco, vacilo!
¿De su alma cruel,
ay, que podré obtener?
Bajo su mirada
el terror me sobrecoge.
¿De su alma cruel
qué voy a obtener?
ZURGA
¡Me estremezco ante ella!
¡Leila, qué bella es!
¡Sí, más bella todavía
en el momento de morir,
sí, es el dios quien la condujo aquí
para castigarme!
¡No tiembles, acércate,
te escucho!
LEILA
(se arroja a los pies de Zurga)
Zurga, vengo a pedir gracia.
Por Brahma, por el cielo,
por tus manos que yo tomo,
¡salva a un inocente
y mátame sólo a mí!
¡Por mí yo no temo, Zurga,
pero tiemblo por él!
¡Ah! Sé sensible a mi ruego
y sé nuestro apoyo.
¡Él me dio su alma!
¡Él es todo mi amor!
ZURGA
¡Todo su amor!
LEILA
¡Ardiente llama, ay!
¡Este es su último día!
ZURGA
¡Su último día!
LEILA
¡Ah! ¡Piedad Zurga, ah piedad!
¡Por mi voz que suplica,
ah, déjate influir!
¡Concédeme su vida,
Zurga, te lo pido,
concédeme su vida,
para ayudarme a morir!
ZURGA
¿Qué escucho?
LEILA
¡Ah, déjate influir!
¡Concédeme su vida,
para ayudarme a morir!
ZURGA
¡Para ayudarte a morir!
¡Ah! ¡Nadir!
¡Yo lo hubiera podido
salvar y perdonar,
pues éramos amigos!
¡Pero tú le amas!
LEILA
¡Gran Dios!
ZURGA
¡Tú le amas!
LEILA
¡Me estremezco!
ZURGA
¡Tú le amas!
¡Esa única palabra
ha reanimado mi odio y mi furor!
LEILA
¡Dios!
ZURGA
¡Creyendo salvarlo
lo has perdido para siempre!
LEILA
¡Gracia, piedad!
ZURGA
¡Basta de vanas plegarias!
LEILA
¡Gracia, piedad!
ZURGA
¡Estoy celoso!
LEILA
¿Celoso?
ZURGA
¡Igual que él, Leila, yo te amo!
LEILA
¡Ah! ¿De mi amor por él
osas hacer un crimen?
ZURGA
¡Su crimen es ser amado
cuando yo no lo soy!
LEILA
¡Ah! ¡Al menos en su sangre
no sumerjas tu brazo!
ZURGA
¡Al querer salvarlo
lo pierdes para siempre!
LEILA
¡Ah! ¡Que de tu furor
sólo yo sea la víctima!
ZURGA
¡Tú le amas! ¡Él debe perecer!
LEILA
¡Por piedad! ¡Por el cielo!
¡Está bien! ¡Véngate pues, cruel!
¡Vete, cruel, vete!
Vete, toma también mi vida;
pero, saciada tu rabia,
¡los remordimientos y la infamia,
te perseguirán siempre!
Que el castigo se cumpla,
y que un mismo suplicio
bajo los cielos reúna
al más tierno amor.
Toma mi vida,
te desafío,
sí, la infamia
te perseguirá siempre.
Bárbaro, cruel,
¡los remordimientos
te perseguirán siempre!
¡Ah, bárbaro! ¡Ah, cruel!
ZURGA
¡Oh, rabia! ¡Oh, furor!
¡Oh, tormento terrible!
¡Oh, celos! ¡Tiembla!
¡Ah! ¡Teme mi furor!
¡Sí, teme mi venganza!
¡Que el castigo se cumpla!
¡Nada de gracia, nada de piedad!
¡Morirás con él!
¡Para los dos, sí, la muerte!
LEILA
¡Zurga, te maldigo, te odio
y le amo a él para siempre!
ZURGA
¡Oh furor, oh furor!
(Nourabad aparece por el fondo
seguido de algunos pescadores.
Gritos de alegría en la lejanía.)
NOURABAD
¡Escucha a lo lejos
esos gritos de fiesta!
¡La hora ha llegado!
LEILA
¡Y la víctima está dispuesta!
ZURGA
¡Marchad!
LEILA
¡Para mí se abre el cielo!
(a un joven pescador)
Amigo, toma este collar,
y cuando esté muerta,
¡que a mi madre alguno lo lleve!
¡Anda, rogaré al dios por ti!
(Zurga se apodera del collar.)
ZURGA
Este collar...
¡Es ella quien me salvó!
¡Cumpliré con mi deber!
(Nourabad y los pescadores sacan a
Leila. Zurga los sigue.)
Escena Segunda
(Lugar salvaje con una hoguera
en el centro. El fuego ilumina
la escena con un aspecto siniestro.
A la derecha, un pebetero con
perfumes. Es de noche. Nadir está
sentado, vigilado por dos pescadores.
El vino de palma circula por las
copas. Bailes y cantos)
CORO
En cuanto que el sol,
en el cielo rojo,
vierta su llama
¡nuestros brazos herirán
y se empaparán
en la sangre infame!
Ardiente licor,
viertes en nuestro corazón
un santo éxtasis:
que un sombrío empuje,
presagio de muerte,
pronto los abrace.
¡Brahma! ¡Brahma!
(Leila aparece conducida por
Nourabad, y precedida del
sumo sacerdote, su mirada
encuentra la de Nadir)
NOURABAD, CORO
¡Sombrías divinidades,
Zurga los entrega
a nuestros brazos irritados!
(Una luminosidad rojiza ilumina el
fondo de la escena y hace creer a
los hindúes que el día nace.)
NOURABAD
El día al fin traspasa la nube...
CORO
¡Sí!
NOURABAD
....¡el sol brilla,
la hora ha llegado!
CORO
¡Sí!
NOURABAD, CORO
¡Matemos! ¡Sí!
(Elevan los puñales sobre Nadir.)
ZURGA
(entrando, azorado y con una hacha
en la mano)
¡No! ¡no! ¡aún no es la hora!
¡Mirad, es el fuego del cielo
que las manos del dios nos envían!
(Los hindúes se giran aterrorizados.
Zurga desciende entre ellos.)
¡Las llamas invaden
y devoran vuestros campos!
¡Corred todos! ¡Aún es tiempo
de salvar a vuestros hijos
de la muerte, corred, corred,
que el dios guíe vuestros pasos!
(Todos salen en desorden, excepto
Nourabad, quien, en silencio, ha
guardado su sospecha, hace como
que se aleja y se oculta tras unos
árboles.)
ZURGA
(acercándose a Leila)
Mis manos han encendido
el terrible incendio
que amenaza sus días
y os salva la vida,
(con su hacha rompe los hierros que
sujetan a Nadir)
¡pues yo rompo vuestros hierros!
NADIR
¡Dios!
ZURGA
(a Leila, enseñándole el collar)
¡Leila, recuérdalo,
tú me salvaste antes!
LEILA
¡Oh, cielos!
ZURGA
¡Sed salvados por mí!
LEILA, NADIR
¡Dios!
(Nadir y Leila se abrazan. Nourabad
que todo ha visto corre a prevenir
a los hindúes.)
LEILA, NADIR
Oh llama santa,
oh divino abrazo,
ya no tengo miedo
pues él nos libra
al fin de la muerte.
Zurga nos libra
y nos hace revivir,
yo quiero seguirte;
¡nada me hará
abandonar tus brazos!
¡Permaneceré por siempre en ellos!
ZURGA
Oh llama santa,
oh divino abrazo,
acudo sin queja
al salvar a los dos
corriendo a la muerte.
¡Oh, cómo se quieren!
(a Leila y Nadir)
¡Son ellos, están aquí!
¡Escapad por ese pasadizo!
(a Nadir)
¡Lleva tu tesoro
lejos de este litoral salvaje!
LEILA, NADIR
¿Y tú, Zurga?
ZURGA
¡Sólo el dios conoce el destino!
(Leila y Nadir salen. Nourabad
entra en escena con cuatro jefes
hindúes para seguir a Leila y a
Nadir; Zurga les impide el paso)
NOURABAD
(señalando a Zurga)
¡Es él, el traidor!
¡Les ha salvado la vida!
LOS JEFES
¡A muerte!
(Zurga se lanza sobre su hacha que
está en el suelo para defenderse,
pero un hindú le apuñala por la
espalda. Cae. Zurga mira hacia el
lado por donde Leila y Nadir han
escapado)
ZURGA
¡Ah! ¡Adiós!
(Nourabad sale seguido por los
cuatro jefes.)
¡Leila, yo te amé!
LEILA, NADIR
Basta de llantos, oh dulce abrazo,
¡la felicidad nos espera allá!
¡Oh embriaguez, basta de tristeza!
¡Sí, el cielo guiará nuestros pasos!
¡Ah, ven!
¡La felicidad nos aguarda allá!
ZURGA
¡Mi trabajo está terminado,
yo he mantenido mi juramento!
¡Él vive, ella está a salvo!
¡Sueños de amor, adiós!
(Leila y Nadir desaparecen.
Zurga muere.)
ACTE I
(Une plage aride et sauvage de
l'île de Ceylan, quelques huttes
en bambous; palmiers; au loin,
ruines d'une ancienne pagode
hindoue et la mer éclairée par
un soleil ardent. Des pêcheurs
achèvent de dresser leurs tentes
pendant que des autres dansent
et boivent aux sons des
instruments hindous)
CHOEUR
Sur la grève en feu
Où dort le flot bleu,
Nous dressons nos tentes!
Dansez jusqu'au soir,
Filles à l'il noir,
Aux tresses flottantes!
Chassez, chassez par vos chants,
Chassez, chassez
Les esprits méchants!
Voilà notre domaine!
C'est ici que le sort
Tous les ans nous ramène,
Prêts à braver la mort!
Sous la vague profonde,
Plongeurs audacieux
À nous la perle blonde
Cachée a tous les yeux!
Sur la grève en feu...
ZURGA
Amis,
Interrompez vos danses et vos jeux!
Il est temps de choisir
Un chef qui nous commande,
Qui nous protège et nous défende,
Un chef aimé de tous,
Vigilant, courageux!
CHOEUR
Celui que nous voulons pour maître
Etque nous choisissons pour roi
Ami Zurga, ami Zurga, c'est toi!
ZURGA
Qui, moi?
CHOEUR
Oui, oui, sous notre chef!
Nous acceptons ta loi.
Ami, ami, sois notre chef!
Nous acceptons ta loi.
ZURGA
Vous me jurez obéissance?
CHOEUR
Sois notre chef!
ZURGA
À moi seul la toute puissance?
CHOEUR
Sois notre roi!
ZURGA
Eh bien! c'est dit! c'est dit!
CHOEUR
Sois notre chef
À toi seul la toute puissance,
Sois notre chef et notre roi!
ZURGA
C'est dit! c'est dit!
(Nadir paraît au fond et descend
parmi les rochers.)
CHOEUR
Mais qui vient là?
ZURGA
(allant au devant de Nadir)
Nadir! Nadir!
Ami de ma jeunesse
Est-ce bien toi que je revois?
CHOEUR
C'est Nadir,
le coureur des bois!
NADIR
Oui, Nadir,
votre ami d'autrefois!
Parmi vous compagnons
Que mon bon temps renaisse!
Des savanes et des forêts
Où les traqueurs tedant rêts,
Des savanes et des forêts
J'ai sondé l'ombre et le mystère!
J'ai suivi le poignard aux dents,
Le tigre fauve aux yeux ardents,
Et le jaguar et la panthère!
Ce que j'ai fait hier, mes amis,
Vous le feriez demain!
Oui, vous le feriez demain!
Compagnons,
Donnons-nous la main!
CHOEUR
Amis, amis, donnons-lui la main!
ZURGA
Demeure parmi nous, Nadir,
Et sois des nôtres!
NADIR
Oui! mes vux désormais
Mes plaisirs sont les vôtres!
ZURGA
Eh bien!
Prends part à nos jeux!
Ami, bois avec moi,
Danse et chante avec eux!
Avant que la pêche commence,
Saluons le soleil,
L'air et la mer immense!
CHOEUR
Sur la grève en feu...
(Les pêcheurs dansent, puis se
dispersent. Zurga et Nadir restent
seuls.)
ZURGA
C'est toi, toi qu'enfin je revois!
Après de si longs jours,
Après de si longs mois
Où nous avons vécu séparés
L'un de l'autre,
Brahma nous réunit!
Quelle joie est la nôtre!
Mais parle,
Es-tu resté fidèle à ton serment?
Est-ce un ami que je revois
Ou bien un traître?
NADIR
De mon amour profond,
J'ai su me rendre maître!
ZURGA
Oublions le passé,
Fêtons ce doux moment!
Soyons frères,
Restons amis toute la vie!
Mon cur a banni sa folie!
NADIR
Oui, le calme est venu pour toi,
Mais l'oubli ne viendra jamais!
ZURGA
Que dis-tu?
NADIR
Zurga,
quandtous deux
Nous toucherons à l'âge
Où les rêves des jours passés
De notre âme sont effacés,
Tu te rappelleras
Notre dernier voyage;
Et notre halte
aux portes de Candi.
ZURGA
C'était le soir!
Dans l'air par la brise attiédi,
Les brahmines au front
Inondé de lumière,
Appelaient lentement
La foule à la prière!
NADIR
Au fond du temple saint
Paré de fleurs et d'or,
Une femme apparaît!
Je crois la voir encore!
ZURGA
Une femme apparaît!
Je crois la voir encore!
NADIR
La foule prosternée
La regarde, etonnée,
Et murmure tous bas:
Voyez, c'est la déesse!
Qui dans l'ombre se dresse
Et vers nous tend les bras!
ZURGA
Son voile se soulève!
Ô vision! ô rêve!
La foule est à genoux!
NADIR, ZURGA
Oui, c'est elle!
C'est la déesse
Plus charmante et plus belle!
Oui, c'est elle!
C'est la déesse
Qui descend parmi nous!
Son voile se soulève
Et la foule est à genoux!
NADIR
Mais à travers la foule
Elle s'ouvre un passage!
ZURGA
Son long voile déjà
Nous cache son visage!
NADIR
Mon regard, hélas!
La cherche en vain!
ZURGA
Elle fuit!
NADIR
Elle fuit!
Mais dans mon âme soudain
Quelle étrange ardeur s'allume!
ZURGA
Quel feu nouveau me consume!
NADIR
Ta main repousse ma main!
ZURGA
Ta main repousse ma main!
NADIR
De nos coeurs
l'amour s'empare
Et nous change en ennemis!
ZURGA
Non, que rien ne nous sépare!
NADIR
Non, rien!
ZURGA, NADIR
Jurons de rester amis!
Oh oui, jurons de rester amis!
Oui, c'est elle! C'est la déesse!
En ce jour qui vient nous unir,
Etfidèle à ma promesse,
Comme un frère je veux te chérir!
C'est elle, c'est la déesse
Qui vient en ce jour nous unir!
Oui, partageons le même sort,
Soyons unis jusqu'à la mort!
ZURGA
Que vois-je?
Un pirogue aborde près d'ici!
Je l'attendais!
O dieu Brahma! merci!
NADIR
Qui donc attendais-tu?
ZURGA
Une femme inconnue
Et belle autant que sage,
Que les plus vieux de nous,
Selon le vieil usage,
Loin d'ici, chaque année,
Ont soin d'aller chercher!
Un long voile à nos yeux
Dérobe son visage;
Etnul ne doit la voir,
Nul ne doit l'approcher!
Mais pendant nos travaux,
Debout sur ce rocher,
Elle prie, et son chant
Qui plane sur nos têtes
Écarte les esprits méchants
Et nous protége!
Elle approche! ami,
Fête avec nous son arrivée!
(Léïla, le front couvert d'un voile,
paraît suivie de Nourabad. Nadir
seul, plongé dans une rêverie
profonde, n'aperçoit pas Léïla.)
CHOEUR
C'est elle, c'est elle, elle vient!
On l'amème ici! La voici!
(entourant Léïla et lui offrant les
fleurs)
Sois la bienvenue,
Amie inconnue,
Daigne accepter nos présents!
Chante, et que l'orage
Apaise sa rage,
Amie à tes doux accents!
Que la troupe immonde
Des esprits de l'onde
S'envole à ta voix!
Ah! viens chasser par tes chants
Les esprits de l'onde,
Des prés et des bois.
Amie inconnue
Ici reçois nos présents
Sois la bienvenue.
Protége-nous!
Veille sur nous!
ZURGA
(s'avançant vers Léïla)
Seule au milieu de nous
Vierge pure et sans tache
promets-tu de garder
Le voile qui te cache?
LÉÏLA
Je le jure!
ZURGA
Promets-tu de rester fidèle
À ton serment?
De prier nuit et jour
Au bord du gouffre sombre?
LÉÏLA
Je le jure!
ZURGA
D'écarter par tes chants
Les noirs esprits de l'ombre
De vivre sans ami,
Sans époux, sans amant?
LÉÏLA
Je le jure!
ZURGA
Si tu restes fidèle
Et soumise à ma loi,
Nous garderons pour toi
La perle la plus belle,
Et l'humble fille alors
Sera digne d'un roi!
(avec menace)
Mais si tu nous trahis,
Si ton âme succombe
Aux pièges maudits de l'amour,
Malheur à toi!
CHOEUR
Malheur à toi!
ZURGA
C'est ton dernier jour!
CHOEUR
Malheur à toi!
ZURGA
Pour toi s'ouvre la tombe!
CHOEUR
Malheur à toi!
ZURGA
La mort t'attend!
CHOEUR
Oui!
NADIR
(se levant et s'avançant vers
Léïla)
Ah! funeste sort!
LÉÏLA
(à part)
Ah! c'est lui!
ZURGA
(saisissant la main de Léïla)
Qu'as-tu donc?
Ta main frissonne et tremble,
D'un noir pressentiment
Ton cur est agité!
Eh bien, fuis ce rivage
Où le sort nous rassemble
Reprends ta liberté!
CHOEUR
Parle! réponds!
LÉÏLA
(les yeux tournés vers Nadir)
Je reste! Je reste ici
quand j'y devrais mourir!
Que mon sort glorieux ou funeste
S'accomplisse!
Je reste, mes amis,
Ma vie est à vous.
ZURGA
C'est bien à tous les yeux
Tu resteras voilée.
Tu chanteras pour nous
Sous la nuit étoilée,
Tu l'as promis!
LÉÏLA
Je l'ai juré!
ZURGA
Tu l'as juré!
NADIR
Tu l'as juré!
CHOEUR
Brahma, divin Brahma,
Que ta main nous protége!
Des esprits de la nuit,
Viens écarter le piège!
O Dieu Brahma,
Nous sommes tous à tes genoux!
O Brahma, divin Brahma,
Que ta main nous protége!
(Sur un ordre de Zurga, Léïla
gravit le sentier qui conduit au
temple, suivie de Nourabad; ils
disparaissent bientôt dans les
profondeurs du temple; les hommes
descendent sur le rivage; Zurga se
rapproche de Nadir qui n'a cessé de
suivre du regard de Léïla qui, une
seule fois, s'est retournée vers
lui, lui tend la main et s'éloigne
avec un dernier groupe de pêcheurs.
Le jour baisse peu à peu.)
NADIR
(seul)
À cette voix quel trouble agitait
Tout mon être?
Quel fol espoir?
Comment ai-je cru reconnaître?
Hélas! devant mes yeux déjà,
Pauvre insensé,
La même vision
tantde fois a passé!
Non, non, c'est le remords,
La fièvre, la délire!
Zurga doit tout savoir,
J'aurais tout lui dire!
Parjure à mon serment,
J'ai voulu la revoir!
J'ai découvert sa trace,
Et j'ai suivi ses pas!
Etcaché dans la nuit
Etsoupirant tout bas,
J'écoutais ses doux chants
Emportés dans l'espace.
Je crois entendre encore,
Caché sous les palmiers,
Sa voix tendre et sonore
Comme un chant de ramier!
O nuit enchanteresse!
Divin ravissement!
O souvenir charmant!
Folle ivresse! doux rêve!
Aux clartés des étoiles,
Je crois encore la voir,
Entrouvrir ses longs voiles
Aux vents tièdes du soir!
O nuit enchanteresse!...
Charmant souvenir!
(Il s'entend sur une natte et
s'endort.)
CHOEUR
(dans la coulisse)
Le ciel est bleu!
La mer est immobile et claire!
Le ciel est bleu!
(Léïla, amenée par Nourabad,
paraît sur le rocher qui domine
la mer.)
NOURABAD
Toi, reste là,
Debout sur ce roc solitaire!
(Les fakirs s'accroupissent aux
pieds de Léïla, et s'allument un
bûcher de branches et d'herbes
sèches dont Nourabad attise la
flamme, après avoir tracé du bout
de sa baguette un cercle magique
dans l'air.)
Aux lueurs du brasier en feu,
Aux vapeurs de l'encense
Qui monte jusqu'à Dieu,
Chante, chante, nous t'écoutons!
NADIR
(à demi endormi)
Adieu, doux rêve! Adieu!
LÉÏLA
(debout sur la roche)
O Dieu Brahma!
O maître souverain du monde!
CHOEUR
(dans la coulisse)
O Dieu Brahma!
LÉÏLA
Blanche Siva!
Reine à la chevelure blonde!
CHOEUR
Blanche Siva!
LÉÏLA
Esprits de l'air,
esprits de l'onde...
NADIR
(se réveillant)
Ciel!...
LÉÏLA
...Des rochers, des prés,
des bois!...
NADIR
...Encore cette voix!
LÉÏLA
...Ecoutez ma voix!
CHOEUR
Esprits de l'air,
Esprits de l'onde,
Esprits des bois!
LÉÏLA
Dans le ciel sans voile,
Parsemé d'étoiles,
Au sein de la nuit
Transparent et pur,
Comme dans un rêve,
Penché sur la grève,
Mon regard, oui,
Mon regard vous suit
À travers la nuit!
Ma voix vous implore,
Mon cur vous adore,
Mon chant léger,
Comme un oiseau semble voltiger!
CHOEUR
Ah! chante, chante encore!
Oui, que ta voix sonore,
Ah! que ton chant léger,
Loin de nous, chasse tout danger!
LÉÏLA
Ah!
NADIR
(Il s'est glissé jusqu'au pied du
rocher.)
Léïla! Léïla!
(Léïla se penche vers lui et écarte
son voile un instant.)
Ne redoute plus rien!
Me voici! Je suis là!
Prêt à donner mes jours,
Mon sang pour te défendre!
CHOEUR
Ah! chante, chante, encore!...
LÉÏLA
Pour toi, pour toi que j'adore,
Ah! je chante encore!
Je chante pour toi que j'adore!
Ilest là! Il m'écoute! Ah!
NADIR
Ah! Chante, chante encore!
O toi que j'adore,
Ne crains nul danger!
Je viens pour te protéger!
Ne crains rien, je suis là!
Léïla, ne crains rien!
Léïla, je suis là!
ACTE II
(Les ruines d'un temple indien; au
fond, une terrasse élevée dominant
la mer. Le ciel est étoilé.)
CHOEUR
(dans la coulisse)
L'ombre descend des cieux;
La nuit ouvre ses voiles,
Et les blanches étoiles
Se baignent dans l'azur
Des flots silencieux!
NOURABAD
(il s'avance vers Léïla)
Les barques ont gagné la grève;
Pour cette nuit, Léïla,
Notre tâche s'achève.
Ici tu peux dormir.
LÉÏLA
Allez-vous donc, hélas!
Me laisser seule?
NOURABAD
Oui; mes ne tremble pas,
Sois sans crainte.
Par là des rocs inaccessibles
Défendus par les flots grondants;
De ce côté, le camp;
Et là, gardiens terribles,
Le fusil sur l'épaule
Etle poignard aux dents,
Nos amis veilleront!
LÉÏLA
Que Brahma me protége!
NOURABAD
Si ton cur reste pur,
Si tu tiens ton serment,
Dors en paix sous ma garde
Etne crains aucun piège!
LÉÏLA
En face de la mort,
J'ai su rester fidèle a serment
Qu'une fois j'avais fait.
NOURABAD
Toi?Comment?
LÉÏLA
J'étais encore enfant un soir,
Je me rappelle,
Un homme, un fugitif,
Implorant mon secours,
Vint chercher un refuge
En notre humble chaumière;
Et je promis,
Le cur ému par sa prière,
De le cacher à tous
De protéger ses jours.
Bientôt une horde farouche accourt,
La menace à la bouche,
On m'entoure!
Unpoignard sur mon front est levé,
Je me tais, le nuit vient,
Ilfuit, il est sauvé!
Mais, avant de gagner
La savane lointaine:
"O courageuse enfant,"
Dit-il, "va prends cette chaîne
Et garde-la toujours
En souvenir de moi!"
Moi, moi, je me souviendrai!
J'avais sauvé sa vie
Et tenu ma promesse!
NOURABAD
C'est bien!
Songes-y, tous nos maux
Zurga peut te demander compte
Songes-y, songe à Dieu!
(Il sort avec les fakirs.)
CHOEUR
(dans la coulisse)
L'ombre descend
des cieux...
LÉÏLA
Me voilà seule dans la nuit,
Seule en ce lieu désert
Où règne le silence!
(Elle regarde autour d'elle avec
crainte.)
Je frissonne, j'ai peur!
Etle sommeil me fuit!
(regardant du côté de la terrasse)
Mais il est là!
Mon cur devine sa présence!
Comme autrefois
Dans la nuit sombre,
Caché sous le feuillage épais,
Il veille près de moi dans l'ombre,
Je puis dormir, rêver en paix!
Il veille près de moi,
Comme autrefois,
commeautrefois
C'est lui! mes yeux l'ont reconnu!
C'est lui! mon âme est rassurée!
O bonheur! Il est venu,
Il est là près de moi, ah!
Comme autrefois
dans la nuit sombre...
(Le son d'une guzla se fait entendre.)
NADIR
(dans le coulisse, de très loin)
De mon amie,
Fleur endormie
Au fond du lac silencieux,
J'ai vu dans l'onde
Claire et profonde
Etinceler le front joyeux
Et les doux yeux!
(La voix se rapproche.)
Ma bien-aimée est enfermée...
LÉÏLA
Dieu!
NADIR
...Dans un palais d'or et d'azur;...
LÉÏLA
La voix se rapproche!
NADIR
...Je l'entends rire,
Et je vois luire...
LÉÏLA
Un doux charme m'attire!
NADIR
...Sur le cristal du
gouffre obscur...
LÉÏLA
Ciel!
NADIR
...Son regard pur!
LÉÏLA
Ah! c'est lui!
(Nadir paraît sur la terrasse; il
descend parmi les ruines.)
NADIR
Léïla! Léïla!
LÉÏLA
Dieu puissant, le voilà!
NADIR
Près d'elle, me voilà!
LÉÏLA
Par cet étroit sentier
Qui borde un sombre abîme,
Comment es-tu venu?
NADIR
Un Dieu guidait mes pas,
Un tendre espoir m'anime!
Rien, non rien ne m'a retenu!
LÉÏLA
Que viens-tu faire ici?
Fuis, la mort te menace!
NADIR
Apaise ton effroi, pardonne!
LÉÏLA
J'ai juré!
Je ne dois pas te voir!
NADIR
Ah! fais-moi grâce.
LÉÏLA
Le mort est sur tes pas!
NADIR
Ne me repousse pas!
LÉÏLA
Ah! va-t'en!
NADIR
Ah! le jour est loin encore
Nul ne peut nous surprendre,
Ah! Léïla, souris à mon espoir!
LÉÏLA
Non, séparons-nous!
NADIR
Ah! pourquoi repousser...
LÉÏLA
Il en est temps encore...
NADIR
...Un ami qui t'implore!
LÉÏLA
...Ah! va-t'en!
NADIR
Léïla! Léïla!
LÉÏLA
Ah! la mort est sur tes pas.
Ah! par pitié, éloigne-toi!
NADIR
Hélas!
Ton cur n'a pas compris le mien!
Au sein de la nuit parfumée,
Quand j'écoutais l'âme charmée,
Les accents de ta voix aimée,
Ton cur n'a pas compris le mien!
LÉÏLA
Ainsi que toi je me souviens!
Au sein de la nuit parfumée,
Mon âme alors libre et charmée,
À l'amour n'était pas fermée!
Ainsi que toi je me souviens!
NADIR
J'avais promis d'éviter ta présence,
Etde me taire à tout jamais;
Mais de l'amour, hélas!
Ô fatale puissance!
Pouvais-je fuir les beaux yeux
Que j'aimais?
LÉÏLA
Malgré la nuit,
Malgré ton long silence,
Mon cur charmé
Avait lu dans ton cur!
Je t'attendais,
j'espéraista présence!
Ta douce voix
M'apportait le bonheur!
NADIR
Est-il vrai? que dis-tu?
Doux aveu, ô bonheur!
Oui! Ton coeur n'a pas compris
Le mien!
Au sein de la nuit parfumée...
LÉÏLA
Ah! Ainsi que toi je me souviens!...
ENSEMBLE
Ô doux moment!
LÉÏLA
(se dégageant de ses bras)
Ah! revenez à la raison!
Partez! Partez vite! Je tremble!
NADIR
Que l'amour chaque soir
Dansl'ombre nous rassemble!
LÉÏLA
Oui, oui! demain je t'attendrai!
NADIR
Oui, demain je te rêverai!
(Ils se séparent. Coup de feu.
Léïla pousse en cri et tombe à
genoux.)
NOURABAD
Malheur sur eux!
malheur sur nous!
Accourez! venez tous!
(Il se met à la poursuite de Nadir.)
CHOEUR
Quelle voix nous appelle?
Quel présage de mort
Nous attend en ces lieux?
(L'orage éclate dans
toute sa furie.)
O nuit d'épouvante!
La mer écumante
Soulève en grondant
Sesflots furieux!
SOPRANOS
Pâle et frémissante,
Muette et tremblante,
D'où vient sa terreur?
D'où vient son effroi?
Nuit d'épouvante
La mer écumante,
O nuit d'effroi,
Nuit d'épouvante!
Nuit d'horreur,
Nuit d'effroi!
CONTRALTOS, TENORS, BASSES
O nuit d'horreur,
Mon cur d'effroi palpite!
O nuit d'horreur,
Brahma, pitié, pitié!
O nuit d'épouvante,
La mer écumante
Soulève en grondant
Sesflots furieux,
Oui, nuit d'horreur,
Nuit d'horreur,
Nuit d'effroi!
NOURABAD
(Il reparaît suivi des fakirs armés
de torches.)
Dans cet asile sacré,
Dans ces lieux redoutables,
Un homme, un étranger,
Profitant de la nuit,
À pas furtifs...
CHOEUR
Que dit-il?
NOURABAD
...s'est introduit...
CHOEUR
Est-il vrai?
NOURABAD
(montrant Nadir qu'on amène au
fond)
...Le voici!
Voici les deux coupables!
CHOEUR
Voici les deux coupables!
Ah! Nadir! O trahison!
Nadir! O trahison!
(Ils menacent Nadir et Léïla de
leurs poignards.)
Pour eux point de grâce! Non!
Ni pitié! Ni merci! Non!
La mort! La mort!
Pour eux point de grâce!
LÉÏLA
O sombre menace!
NADIR
Leur demander grâce!
NOURABAD
Ni pitié, ni grâce!
CHOEUR
Pour eux point de grâce!
LÉÏLA
O funeste sort!
O sombre menace!
Hélas, funeste sort!
Tout mon sang se glace!
Pour nous c'est la mort!
Hélas! Je tremble! O ciel!
La mort nous menace!
Funeste sort!
O sombre menace!
Brahma, protége-nous!
Je meurs d'effroi!
NADIR
Non, plutôt la mort!
Leur demander grâce?
Leur folle menace
Fait mon bras plus fort!
Ne crains rien,
Mon bras te protége!
Je saurai braver leurs coups!
Venez, je vous brave,
Oui, je brave les cieux!
Je ris de leur courroux!
Je braverai votre fureur!
Venez, je vous attends!
CHOEUR
Pour tous deux la mort!
Malgré sa menace!
Qu'ils aient le même sort!
Esprits des ténèbres,
Prêts à nous punir,
Vos gouffres funèbres
Pour eux vont s'ouvrir!
Ni pitié, ni merci!
Pour eux la mort!
Oui, punissons leurs forfaits!
(On va pour les frapper, Nadir se
jette devant Léïla pour la protéger)
ZURGA
Arrêtez! arrêtez!
C'est à moi d'ordonner de leur sort.
CHOEUR
La mort! pour eux la mort!
ZURGA
Vous m'avez donné la puissance,
Vous me devez obéissance.
Compagnons, j'ai votre serment,
Obéissez, je le veux!
CHOEUR
Qu'ils partent donc!
Nous faisons grâce au traître!
Zurga le veut,
Zurga commande en maître!
ZURGA
Partez, partez!
NOURABAD
(arrachant le voile de Léïla)
Avant de fuir à tous
Faistoi connaître!
ZURGA
(reconnaissant Léïla)
Ah! qu'ai-je vu?
C'était elle! o fureur!
Vengez-vous! vengez-moi!
Malheur! malheur sur eux!
CHOEUR
Pour eux point de grâce!
LÉÏLA
O sombre menace!
O funeste sort!
Brahma, protége-nous!
Je meurs d'effroi!
NADIR
Leur demander grâce?
Non, plutôt la mort!
Oui, je braverai les cieux!
Je ris de leur courroux!
Je braverai votre courroux!
ZURGA
Ni pitié, ni grâce,
Pour tous deux la mort!
Point de pitié, qu'ils meurent!
Qu'ils tombent sous nos coups!
Pour eux la mort!
CHOEUR
Pour eux point de grâce!
Point de pitié, pour eux la mort!
Oui, punissons leur forfait!
Pour eux la mort!
(L'orage éclate avec fracas.)
NOURABAD
Ah! la foudre en éclats
Va tomber sur nos fronts!
Brahma!
CHOEUR
Brahma! divin Brahma!
Que ta main nous protége!
Nous jurons de punir
Leur amour sacrilège!
O dieu Brahma,
Nous sommes tous à tes genoux!
Brahma! divin Brahma!
Que ta main nous protége!
(Sur un geste impérieux de Zurga,
on entraîne Nadir; Léïla est
emmenée par les prêtres.)
ACTE III
Premier Tableau
(Une tente indienne fermée par une
draperie. Une lampe brûle sur une
petite table en jonc.)
ZURGA
(il paraît sur le seuil de la
tente)
L'orage s'est calmé.
Déjà les vents se taisent!
Comme eux les colères s'apaisent!
(Il laisse tomber la draperie.)
Moi seul j'appelle en vain
Le calme et le sommeil.
La fièvre me dévore
Etmon âme oppressée
N'a plus qu'une pensée:
Nadir doit expirer
aulever du soleil!
(Il tombe accablé sur les coussins.)
O Nadir, tendre ami
De mon jeune âge!
O Nadir, lorsqu'à la mort
Je t'ai livré!
O Nadir, hélas,
Par quelle aveugle et folle rage
Mon cur était-il déchiré!
Non, non, c'est impossible!
J'ai fait un songe horrible!
Non, tu n'as pu trahir ta foi!
Etle coupable, hélas!
c'estmoi!
O remords! o regrets!
Ah! qu'ai-je fait?
O Nadir, tendre ami
De mon jeune âge!
O Léïla, radieuse beauté!
Pardonnez à l'aveugle rage!
De grâce pardonnez
Aux transports d'un cur irrité!
Malgré moi,
le remords m'oppresse!
Nadir, Léïla, hélas!
J'ai honte de ma cruauté!
Ah! pardonnez aux transports
D'un cur irrité!
(Il tombe accablé. Léïla paraît.
Deux pêcheurs la tiennent et la
menacent de leurs poignards.)
Qu'ai-je vu?
O ciel! quel trouble!
Tout mon amour
Se réveille à sa vue!
Près de moi, qui t'amène?
LÉÏLA
J'ai voulu te parler à toi seul.
ZURGA
(aux pêcheurs)
C'est bien! vous sortez!
LÉÏLA
(à part)
Je frémis, je chancelle!
De son âme cruelle
Hélas! que vais-je obtenir?
Sous son regard,
L'effroi vient me saisir.
De son âme cruelle
Que vais-je obtenir?
ZURGA
Je frémis devant elle!
Léïla qui est belle!
Oui, plus belle encore,
Au moment de mourir,
Oui, c'est Dieu qui la conduit ici
Pour me punir!
Ne tremble pas, approche,
Je t'écoute!
LÉÏLA
(elle se jette aux pieds de Zurga)
Zurga, je viens demander grâce.
Par Brahma, par le ciel,
Par tes mains que j'embrasse,
Epargne un innocent
Et ne frappe que moi!
Pour moi je ne crains rien, Zurga,
Mais je tremble pour lui!
Ah! sois sensible à ma plainte
Etdeviens notre appui.
Ilme donne son âme!
Ilest tout mon amour!
ZURGA
Tout son amour!
LÉÏLA
Ardente flamme, hélas!
Voici son dernier jour!
ZURGA
Son dernier jour!
LÉÏLA
Ah! pitié Zurga, ah, pitié!
Par ma voix qui supplie,
Ah, laisse-toi fléchir!
Accorde-moi sa vie,
Zurga je t'en conjure,
Accorde-moi sa vie,
Pour m'aider à mourir!
ZURGA
Qu'entends-je?
LÉÏLA
Ah, laisse-toi fléchir!
Accorde-moi sa vie,
Pour m'aider à mourir!
ZURGA
Pour t'aider à mourir!
Ah! Nadir!
J'aurais pu lui pardonner
peut-êtreet le sauver,
carnous étions amis!
Mais tu l'aimes!
LÉÏLA
Grand Dieu!
ZURGA
Tu l'aimes!
LÉÏLA
Je frémis!
ZURGA
Tu l'aimes!
Ce mot seul a ranimé
Ma haine et ma fureur!
LÉÏLA
Dieu!
ZURGA
En croyant le sauver,
Tu le perds pour jamais!
LÉÏLA
Par grâce, par pitié!
ZURGA
Plus de prière vaine!
LÉÏLA
Par grâce, par pitié!
ZURGA
Je suis jaloux!
LÉÏLA
Jaloux?
ZURGA
Comme lui, Léïla, je t'aimais!
LÉÏLA
Ah! de mon amour pour lui
Tu m'oses faire un crime?
ZURGA
Son crime est d'être aimé
Quand je ne le suis pas!
LÉÏLA
Ah! du moins dans son sang
Ne plonge pas tes bras!
ZURGA
En voulant le sauver,
Tu le perds à jamais!
LÉÏLA
Ah! que de ta fureur,
Seule je sois victime!
ZURGA
Tu l'aimes! il doit périr!
LÉÏLA
Par pitié! par le ciel!
Eh bien! va, venge-toi donc, cruel!
Va, cruel, va!
Va, prends aussi ma vie;
Mais, ta rage assouvie,
Le remords, l'infamie,
Te poursuivront toujours!
Que l'arrêt s'accomplissent,
Et qu'un même supplice
Dans les cieux réunisse
À jamais tendre amour.
Va, prends ma vie,
Je te défie,
Oui, l'infamie
Te poursuivra toujours.
Va barbare, va cruel,
Les remords
Te poursuivront toujours!
Ah barbare! Ah cruel!
ZURGA
O rage! o fureur!
O tourment affreux!
O jalousie! Tremble!
Ah! crains ma fureur!
Oui, crains ma vengeance!
Que l'arrêt s'accomplisse!
Point de grâce, point de pitié!
Tu vas périr avec lui!
Pour tous deux, oui, la mort!
LÉÏLA
Zurga, je te maudis,
Je te hais et je l'aime à jamais!
ZURGA
O fureur, o fureur!
(Nourabad reparaît au fond, suivi
de quelques pêcheurs. Cris de joie
dans l'éloignement.)
NOURABAD
Entends au loin
cebruit de fête!
L'heure est venue!
LÉÏLA
Et la victime est prête!
ZURGA
Allez!
LÉÏLA
Pour moi s'ouvre le ciel!
(à un jeune pêcheur)
Ami, prends ce collier,
Et quand je serai morte,
Qu'à ma mère on le porte!
Va, je prierai Dieu pour toi!
(Zurga s'empare du collier.)
ZURGA
Ce collier...
Celle qui m'a sauver!
Je ferai mon devoir!
(Nourabad et les pêcheurs
entraînent Léïla. Zurga les suit.)
Deuxième Tableau
(Un site sauvage avec au milieu un
bûcher. Des feux éclairent la scène
d'une façon sinistre. À droite, un
trépied supportant un brûle-parfum.
Il fait encore nuit. Nadir est
assis, gardé par deux pêcheurs. Le
vin de palmiers circule dans les
coupes. Danses et chants.)
CHOEUR
Dès que le soleil,
Dans le ciel vermeil,
Versera sa flamme,
Nos bras frapperont
Etse plongeront
Dansleur sang infâme!
Ardente liqueur
Verse en notre cur
Une sainte extase:
Qu'un sombre transport,
Présage de mort,
Soudain les embrasse.
Brahma! Brahma!
(Léïla paraît conduite par
Nourabad, et précédée du grand
prêtre; ses yeux recontrent le
regard de Nadir fixé sur elle.)
NOURABAD, CHOEUR
Sombres divinités,
Zurga les livre
à nos bras irrités!
(Une lueur rougeâtre éclaire le
fond du théâtre et fait croire aux
indiens que le jour va paraître.)
NOURABAD
Le jour enfin perce la nue,...
CHOEUR
Oui!
NOURABAD
...Le soleil luit,
l'heureest venue!
CHOEUR
Oui!
NOURABAD, CHOEUR
Frappons! Oui!
(Ils lèvent les poignards sur Nadir)
ZURGA
(entrant, effaré et tentant une
hache à la main)
Non! non! ce n'est pas le jour!
Regardez, c'est le feu du ciel
Tombé sur nous des mains de Dieu!
(Les indiens se retournent terrifiés.
Zurga descend au milieu d'eux.)
La flamme envahit
Et dévore votre camp!
Courez tous! il en est temps encore
Pour arracher vos enfants au trépas,
Courez, courez,
Que Dieu guide vos pas!
(Tous sortent en désordre, à
l'exception de Nourabad, qui, seul,
a gardé son soupçon. Il feint de
s'éloigner et se cache derrière les
arbres.)
ZURGA
(s'élançant vers Léïla)
Mes mains ont allumé
Le terrible incendie
Qui menace leurs jours
Et vous sauve la vie,
(de sa hache il brise les fers qui
retenaient Nadir)
Car je brise vos fers!
NADIR
Dieu!
ZURGA
(à Léïla, lui montrant le collier)
Léïla, souviens-toi,
Tu m'as sauvé jadis!
LÉÏLA
O ciel!
ZURGA
Soyons sauvés par moi!
LÉÏLA, NADIR
Dieu!
(Nadir et Léïla tombe dans les bras
l'un de l'autre. Nourabad qui a tout
entendu court prévenir les indiens)
LÉÏLA, NADIR
O lumière sainte,
O divine étreinte,
Je suis sans crainte
Car il nous arrache
Enfin au trépas.
Zurga nous délivre
Et nous fait revivre,
Je veux te suivre;
Rien ne me saurait
Ravir à tes bras!
Je veux rester dans tes bras!
ZURGA
O lumière sainte,
O divine étreinte,
Je vais sans plainte
Les sauvant tous deux
Courir au trépas.
O dieux comme ils s'aiment!
(à Léïla et Nadir)
Ce sont eux, les voici!
Fuyez par ce passage!
(à Nadir)
Emporte ton trésor
Loin de ce bord sauvage!
LÉÏLA, NADIR
Et toi, Zurga?
ZURGA
Dieu seul sait l'avenir!
(Léïla et Nadir partent. Nourabad
entre en scène avec quatre chefs
hindous pour se saisir de Léïla et
Nadir; Zurga les empêche de passer)
NOURABAD
(montant Zurga)
C'est lui, le traître!
Il a sauvé leur vie!
LES CHEFS
À mort!
(Zurga s'élance sur sa hache restée
à terre prêt à défendre sa vie, mas
un indien le poignarde par derrière.
Il tombe. Zurga se traîne du côté
où Léïla et Nadir ont fui; comme
pour les protéger encore.)
ZURGA
Ah! Adieu!
(Nourabad sort suivi des quatre
chefs.)
Léïla, je t'aimais!
LÉÏLA, NADIR
Plus de crainte, o douce étreinte,
Le bonheur nous attend là-bas!
Sainte ivresse, plus de tristesse!
Oui, le ciel guidera nos pas!
Ah viens!
Le bonheur nous attend là-bas!
ZURGA
Ma tâche est achevée,
J'ai tenu mon serment!
Ilvit, elle est sauvée!
Rêves d'amour! adieu!
(Léïla et Nadir disparaissent.
Zurga retombe.)
Je crois entendre encore.
Alfredo Kraus.
Au fond du temple saint.
Andrea Bocelli y Bryn Terfel.